El entrenador español Lucas Alcaraz llegó hoy a Argel para hacerse con las riendas de la selección nacional, apenas cinco días después de que la Federación Argelina de Fútbol (FAF) anunciara su sorprendente fichaje.

Alcaraz, cuya contratación ha sido recibida con críticas entre la comunidad futbolera de Argelia, aterrizó en el aeropuerto Huari Bumedian a las 19.00 horas local en compañía de dos asistentes y mañana será presentado.

El español pasó sin pronunciar palabra alguna entre una nube de periodistas que le lanzaron preguntas y que fueron remitidos a la rueda de prensa prevista para mañana a las 12.00 horas local (11.00 GMT).

Antes, los tres cenarán con el presidente de la FAF, Jeiredín Zetchi, en el complejo deportivo de Sidi Musa, donde comenzará a conocer a quienes serán sus ayudantes locales.

La elección de Alcaraz, que sustituye al belga George Leekens, ha sido duramente criticada por periodistas, comentaristas y aficionados en general, que se quejan del desconocimiento de Alcaraz del francés y sobre todo de su casi nula experiencia internacional.

Alcaraz, recién destituido por el Granada -penúltimo en la Liga española- afronta su mayor reto profesional, ya que nunca ha entrenado a un combinado nacional, no se ha hecho con las riendas de ningún grande y su experiencia en el exterior se limita a un año en la liga griega con el Aris de Salónica.

En la FAF, argumentan sin embargo, que el idioma no parece un problema ya que la mayor parte de su combinado nacional, muy potente en ataque y bastante flojo en defensa, lo forma una "legión extranjera" que juega en las grandes ligas europeas, desde la española a la Premier, la Liga Uno, el Calcio y la Bundelisga.

Pese a esta pléyade de buenos jugadores, el pasado enero cosecharon en Gabón su enésimo fracaso tras ser eliminados en primera ronda en un grupo a priori sencillo, lo que precipitó la salida tanto del anterior presidente de la FAF como del propio Leekens.

Los vaivenes en el banquillo de los últimos meses, en los que Argelia cambió hasta en cuatro ocasiones de técnico, fueron claves en la debacle.

Antes de firmar al belga, que apenas estuvo seis meses en el cargo, Argelia ofreció el banquillo a otros técnicos de prestigio, como el argentino Marcelo Bielsa y el español Julen Lopetegui.