"¿No cuenta, verdad?", sonreía Sergio Agüero al término del partido contra el Wolverhampton Wanderers en Copa de la Liga. Salió el último del vestuario, como siempre, con su parsimonia habitual. El Kun había marcado en la tanda de penaltis. Un gol que no aparecería en las estadísticas. Sabía perfectamente que el récord debería batirlo en otro sitio.

Poco amigo de hablar con la prensa, esbozó su clásica sonrisa sin dejar de andar y citó con decisión a los periodistas: "Venid a Nápoles". Allí, se entendía, marcaría el gol que le faltaba y hablaría de ello. Sería además la primera entrevista que contestaría en inglés desde su llegada a Manchester, hace seis temporadas.

Pasó el fin de semana, no disputó ni un solo minuto ante el West Bromwich Albion y la persecución del récord se trasladó efectivamente al estadio de San Paolo. El estadio donde se hizo eterno Diego Armando Maradona. No pudo escoger un sitio más oportuno.

El Kun marcó el 2 a 3 y se fue corriendo hacia el córner con las manos en las orejas. Una imagen para la historia. 178 goles. Y una camiseta que decidió regalar a su hijo, no olvidemos, también nieto de Maradona.

Marca pulverizada

Agüero ha necesitado únicamente seis años para batir un récord que se ha mantenido durante 78. Desde el primer gol, un 15 de agosto de 2011 ante el Swansea City, a pase de Micah Richards, hasta el de Nápoles recogiendo el esférico de Leroy Sané, el Kun ha pulverizado la marca del ariete Eric Brook, uno de los futbolistas más importantes de la historia del City.

La clasificación sufrirá cambios notables cuando figuras como el propio Agüero, David Silva o Yaya Touré cuelguen las botas, pero según el 'Manchester Evening News', Brook es el cuarto jugador más significativo de la historia del club.

A Brook solo le avanzan tres futbolistas. Alan Oakes, récord de apariciones con la camiseta del City con 682 partidos. El portero alemán Bert Trautmann, que tras el rechazo inicial del público por su participación en la Segunda Guerra Mundial acabó ganándose la admiración citizen con proezas inverosímiles, como disputar los últimos minutos de la final de la FA Cup de 1956 con el cuello roto. Y en primer lugar Colin Bell, estrella del equipo en su época más dorada en los 60 y 70. A Bell, a quien apodaban Nijinsky en referencia al caballo de carreras más célebre del momento, le han homenajeado poniendo su nombre a una de las gradas del Etihad Stadium.

Brook está justo por detrás del podio. Un extremo de Yorkshire que prefería acabar las jugadas por el centro. Él necesito 11 años para alcanzar 177 goles. Quizás hubiera marcado alguno más si en aquel entonces estuviesen permitidas las sustituciones, porque en tres partidos tuvo que acabar el encuentro como portero de emergencia.

Exigencias tácticas

La carrera de Brook se terminó prematuramente a finales de 1939. Junto con su compañero Sam Barkas, se dirigían hacia Leeds para jugar con la selección inglesa. Perdieron el tren y cogieron el coche, viéndose involucrados en un accidente de tráfico cerca de Ripon. Brook sufrió una fractura en el cráneo que le impediría volver a cabecear un balón. Se retiró de inmediato, a los 32 años, para convertirse en conductor de autobús, director de un pub y más tarde operador de grúas.

"Agüero tiene que estar muy orgulloso de lo que ha conseguido", destacó este viernes su entrenador, Pep Guardiola. "Solo puedo felicitarle, es una leyenda", añadió. No ha sido sencilla la adaptación del delantero argentino a las demandas tácticas del entrenador catalán. Durante el curso pasado, en algún momento puntual, cuando el futbolista empezó a dejar abierto su futuro de forma pública, se insinuó que podría cambiar de aires.

Sin embargo, Agüero ha acabado involucrándose en el plan de juego colectivo, participando más de la circulación del balón y reivindicando su estatus de estrella, amenazado por la irrupción brillante del brasileño Gabriel Jesus.

Ahora, en un City que vuela, los periodistas ingleses no se preguntan si es uno o el otro, sino más bien cómo puede Guardiola encajar al Kun y a Jesus en el mismo once. Tan solo queda saber en qué cifra de goles dejará el nuevo listón.