La Vuelta a España sigue de moda en Córdoba. Miles de cordobeses aguantaron estoicamente el asfixiante calor reinante en una jornada de agosto de esas que se recuerdan al final del verano. Desde dos horas antes de la llegada de los ciclistas ya había gente en la zona de meta para ver en directo todo el entramado organizativo que rodea a un evento de estas características. El calor era tan molesto que un botellín de agua valió su peso en oro por momentos.

Los aficionados aprovecharon el largo rato que pasó hasta la llegada de los ciclistas para buscar el regalo típico de siempre o para conocer de cerca las carpas de los patrocinadores. La oferta lúdica contenía pruebas en bicicleta estática, partidas de futbolín y hasta vídeos. Por supuesto había un monitor de gran tamaño para aquel que no quisiera perderse detalle de la carrera.

Uno de los fijos de este tipo de pruebas es siempre Antonio Cabello, ahora inmerso en mejorar su prueba de mountain bike y trail y en proyectos futuros que siempre tiene en mente. Cabello estuvo acompañado por Rafael Blanco durante un buen rato.

Representantes de las principales instituciones cordobesas no faltaron a la cita. Así estuvieron presente el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto; la delegada del gobierno de la Junta, Isabel Ambrosio; o el diputado de deportes, Agustín Navarro, entre otros.

No todos los cordobeses siguieron la carrera en La Victoria. Muchos cogieron la bici para estar con los ciclistas en las rampas más duras de los altos de San Jerónimo y el 14 por Ciento. Los componentes de la serpiente multicolor estuvieron en todo momento arropados en su cuarto día de paso por las carreteras andaluzas. Hoy espera Priego.