El Córdoba dice adiós al 2014, el mejor año de su era reciente, en un escenario difícilmente mejorable y además estará más que arropado por un nutrido grupo de fieles seguidores que volverán a rememorar lo vivido hace prácticamente dos años, en Copa del Rey, cuando aún entonces se veía complicado ver a los blanquiverdes enfrentarse en competición oficial a uno de los mejores equipos del mundo. Llegó entonces ese casi imposible y el pasado verano el sueño que parecía irrealizable se plasmó en el Gran Canaria.

La Primera le ha mostrado la realidad a este Córdoba que visita hoy (16.00 horas, C+L / GolT) el Camp Nou en el inicio de una fase de reconstrucción que llevará a cambios profundos en la plantilla, de la que se ha comprobado que los planes trazados el pasado verano han saltado, muchos, por los aires. Toca desandar gran parte de lo andado para rearmar el bloque e intentar dar un mayor nivel en la máxima categoría del fútbol nacional. Será el objetivo de los 18 que acudan esta tarde al templo azulgrana: intentar repetir lo ocurrido en San Mamés, hace dos semanas, aunque el Athletic, aquel Athletic además, dista mucho de este FC Barcelona, a pesar de las primeras dudas en el entorno --término que puso de moda Johann Cruyff-- sobre Luis Enrique. No obstante, el técnico asturiano recibió el respaldo de su presidente en la comida tradicional del club a la prensa y éste pretenderá devolvérselo desde hoy con un triunfo amplio ante los blanquiverdes. De hecho, las previsiones son que Luis Enrique alinee a su once de gala, con la única duda de Neymar o Pedro en la banda.

Por su parte, el Córdoba acude con esa relativa tranquilidad que acompaña al que en teoría poco tiene que perder, aunque la opción de dar la campanada como hace unos días en Bilbao nunca se pierde de vista, máxime con las necesidades clasificatorias de los cordobesistas tras el empate de la pasada jornada en El Arcángel ante un rival directo. Djukic metió en la lista a Fede Cartabia, a pesar de haber sufrido una "luxación en la mandíbula", según informó el club. En todo caso, parece que el serbio duda en volverlo a introducir de inicio para seguir confiando en el once que ha sumado cuatro puntos en las dos últimas jornadas y que, además del reto coyuntural, tiene otro histórico: nunca el Córdoba logró puntuar en Barcelona. Un resultado positivo, esta tarde en el Camp Nou, sería un broche de oro a un 2014 que competitivamente se despide hoy y que pase lo que pase será inolvidable.