Sandro Rosell hace casi seis meses que entró en prisión preventiva. Lo hizo el 25 de mayo después de ser acusado de quedarse con 6,5 millones de euros de la venta de derechos audiovisuales de 24 partidos amistosos de la selección brasileña de fútbol. Hoy, su abogado Pau Molins ha explicado en RAC1 la situación del expresidente del Barça. "Es una persona optimista y está bien, pero los seis meses pesan a cualquiera".

Molins ha dicho que cree que lo que está pasando con Rosell "es una perversión del sistema y un abuso de la figura de la prisión preventiva". Porque según el abogado "existen mil formas de llegar a la medida de prisión preventiva y de conseguir que no haya reiteración delictiva, huida o destrucción de pruebas. Por ejemplo, se le puede retirar el pasaporte o ponerle una pulsera".

Según el abogado de Rosell, "el paso del tiempo debilita los argumentos de la jueza para mantenerlo en prisión", que según él no tiene razones jurídicas para dejar al expresidente azulgrana en Soto de Real. "Jurídicamente no tiene explicación que Sandro Rosell esté en la cárcel. Tiene que haber algo más, algún motivo oculto que no sale en las resoluciones judiciales, porque jurídicamente es insostenible".

La familia, peor que él

Molins también ha hablado de la que considera otra gran injusticia, los embargos que se han realizado al expresidente, que han acabado afectado a toda su familia. "Le han embargado todo. La familia vive de la caridad del resto de la familia. Está todo embargado: cuentas corrientes, inmuebles.... Se han llevado incluso los coches para que la Guardia Civil pueda perseguir el delito. Y no se han puesto a dormir en su casa porque mira...", ha explicado.

Además, ha añadido que se trata de embargos desproporcionados porque "la cantidad embargada suma tres veces más de lo que le reclaman". "Lo argumentan en que hay que sumar multas, pero eso de las multas será si le condenan. Esos 15 millones no los ha reclamado nadie", ha sentenciado.

Disparidad de criterios

El abogado de expresidente del Barça ha explicado que "existen disparidad de criterios dentro de la justicia" y que esto dice "muy poco a su favor". En este sentido, ha querido comparar el caso de su cliente con el de Ignacio González y el de Villar, que acabaron saliendo de la prisión preventiva, el primero a los 7 meses y el segundo a los 6 días; algo que Molins ha considerado como "lo normal", no como lo que está pasando con Rosell.

"La Audiencia Nacional se está preocupando de una entidad privada como la Confederación Brasileña de Fútbol, que ha dicho que no se siente perjudicada. En el caso de Ángel María Villar, que afecta a la Federación Española de Fútbol, solo estuvo seis días en prisión preventiva", ha argumentado añadiendo que "Bernard Madoff no estuvo nunca en prisión preventiva, entró a prisión después del juicio y la causa se finalizó en seis meses".

Lentitud en el proceso

Pero la causa de Rosell, que empezó hace seis meses con su detención, todavía no ha finalizado y eso no lo entiende el abogado, que asegura que "durante seis meses la jueza no ha investigado, no ha hecho ninguna diligencia y solo ha tomado declaración a una persona".

"Ahora han citado a Romario. Se ha ofrecido. Es Senador en Brasil y presidió una comisión sobre corrupción en Brasil. Este señor que odia a Teixeira, y parece que a Sandro, llamó a la Audiencia Nacional y dijo, ‘si queréis vengo a declarar’. Lo citaron para el 16 de noviembre pero llamó para decir que no podía venir. Dijo que ‘puedo venir tal día, tal día y tal día’. La jueza le citó para el último. Pudiéndolo citar para diciembre la jueza escoge el último día que propone el testigo”, ha explicado Molins después de criticar la lentitud de la justicia española.

"El Tribunal Consitucional, con el tema del procés, suspende en 24 horas las resoluciones del Parlamento. Nosotros las presentamos hace dos meses y medio y ni siquiera nos las han dado", ha concluido.