Las nueve jornadas de Albert Ferrer al frente del banquillo blanquiverde dibujan una línea diferente. En las primeras cinco tan solo sumaba cinco puntos, merced al triunfo en Montilivi. Empató en su estreno en casa ante el Jaén y sumó una serie fatídica en sus dos encuentros consecutivos ante su parroquia después de imponerse en Girona: derrota ante la UD Las Palmas y empate ante el Lugo. En el nuevo viaje lejos de casa le tocó enfrentarse al que es en la actualidad el mejor equipo como local. Ante el Sabadell, los blanquiverdes se pusieron por delante en el marcador tras una primera parte bastante consistente pero que finalizó con una muestra de lo que, finalmente, le costaría la derrota. La defensa empezó a hacer aguas, sobre todo por la banda izquierda y el 3-2 posiblemente no reflejara lo ocurrido. En las cuatro jornadas siguientes, empate en El Arcángel ante el Murcia y tres triunfos consecutivos: la campanada de Gijón, el 3-1 al Alcorcón y el 0-1 en el Rico Pérez.