Coloridos collages del mexicano Vicente Rojo acompañan a los poemas de Ladera este que Octavio Paz escribió durante los seis años que vivió en la India, de 1962 a 1968, en una cuidada reedición que recuerda el viaje interior que el escritor mexicano realizó durante su estancia en Nueva Delhi. «Tenía interés personal en su época en la India y a la vez quería una obra completa pero breve», explica el editor Pedro Tabernero, que encontró en Ladera este la mejor obra para rendir tributo al Nobel de Literatura de 1990.

Publicada por primera vez en 1969, esta nueva edición, que saldrá a la venta este verano, contará con textos complementarios del académico de la lengua Juan Gil; el director del Instituto Cervantes de París, Juan Manuel Bonet; el escritor Juan Bonilla y el poeta Jacobo Cortines. Será el octavo volumen de la colección Poetas y Ciudades, que el Grupo Pandora dedica a grandes poetas y las ciudades que amaban.

En el caso de Paz se ha elegido su relación con la India por la influencia que tuvo tanto en su vida como en su obra. De los años pasados allí como embajador de México, Paz escribió tres obras: Ladera este, El mono gramático (1974) y Vislumbres de la India (1995). Y Tabernero consiguió que la viuda del escritor, la francesa Marie-Jose Paz, le cediera los derechos para volver a editar Ladera este, con la estrecha colaboración de Vicente Rojo, un artista cuya obra está muy ligada a la literatura.

Creador de la portada de la primera edición de Cien años de soledad, Rojo diseñó las cubiertas de muchos de los libros de Gabriel García Márquez y de otros autores como José Emilio Pacheco, Elena Poniatiowska y Octavio Paz, con el que además colaboró en el proyecto Discos visuales (1968). Su estrecha relación con Paz le llevó a aceptar el ofrecimiento de Tabernero de participar en la reedición de una de sus obras.

«Vicente Rojo y yo estuvimos tres años pensando qué obra hacer. La primera idea era un libro sobre México, pero habría que haber hecho una selección de partes de sus obras porque no hay una entera dedicada a su país». «Y un día me cogí las obras completas y leí sus libros sobre India, que son especialmente desconocidos en la obra de Paz y que incluyen referencias artísticas, religiosas, mitológicas y de paisaje», apunta Tabernero. De ahí surgió la idea de la India y optaron por Ladera este porque es el principal, el que tiene más referencias de localizaciones, el que más sitúa los temas. Y además «las notas que hizo a la primera edición son muy clarificadoras». Cuando se decidió qué libro editar, Rojo comenzó a trabajar en las ilustraciones.

Un año de trabajo ha dado como resultado unos 40 collages que no solo ilustran, sino que complementan el libro con unos atractivos diseños que recuerdan a la India sin mostrarla directamente. Flores, motivos naturales y formas geométricas se superponen en estos trabajos de líneas tan puras como los poemas de Paz. Porque «no se trata de ilustrar un libro: es más dotar de imágenes a algo que no tiene, establecer un discurso enriquecedor», destaca Tabernero.

Octavio Paz describió así sus poemas indios: «Viajes en el espacio exterior y en el interior, realidades que vemos alternativamente con los ojos abiertos y con los ojos cerrados, paisajes nunca vistos y paisajes siempre vistos: la extrañeza de la India se fundió con mi propia extrañeza, es decir, con mi vida».