Truman , de Cesc Gay, y protagonizada por Ricardo Darín y Javier Cámara, fue ayer la gran triunfadora de la 30 edición de los Premios Goya, al lograr cinco galardones, a mejor película, director, guion original, actor protagonista y secundario.

Por detrás se situó Nadie quiere la noche , de Isabel Coixet, con cuatro Goya, los de mejor música original (Lucas Vidal), maquillaje y peluquería, diseño de vestuario y dirección de producción en una edición con premios muy repartidos.

El cine andaluz brilló con el premio a la mejor actriz, que logró la linarense Natalia de Molina, por Techo y Comida , que competía por el Goya con la también jiennense, Inma Cuesta, por La novia . Precisamente la gran favorita, La novia , la adaptación que Paula Ortiz ha realizado de las Bodas de sangre de Federico García Lorca, se llevó solo dos (mejor dirección de fotografía y actriz de reparto para Luisa Gavasa) de los doce Goya a los que aspiraba.

Otros andaluces con premio fueron Miguel Herránz, de Málaga, que se llevó el Goya al actor revelación, por su trabajo en A cambio de nada , y el cantante y compositor Pablo Alborán, también malagueño, que obtuvo el premio a la mejor canción, por el tema de Palmeras en la nieve .

Natalia de Molina dedicó su Goya "a los que lo están pasando tan mal". La actriz, nacida en Linares (Jaén) en 1990, reconoció que se había quedado "sin palabras" al oír su nombre como la ganadora el Goya.

"Quiero seguir haciendo películas como esta. Es una película necesaria que pone el foco en un sector de la población que lo está pasando mal y tiene muchos problemas, por eso se lo dedico a ellos", señaló tras recoger el premio. Para la andaluza, este es su segundo Goya. Hace dos años se llevó el premio de mejor actriz revelación por Vivir es fácil con los ojos cerrados .

Por su parte, Ricardo Darín, ganador del premio al mejor actor protagonista por Truman , aprovechó su intervención al recoger la estatuilla para pedir a los políticos, "antes de que se queden dormidos", que hagan algo por la cultura, porque "es lo que hay que hacer".

POLITICOS EN LA ALFOMBRA Porque los políticos no faltaron a la gala, donde los candidatos a presidir el Gobierno fueron en la noche de los Goya casi tan protagonistas como los que optaban a alzarse con una estatuilla. Y al igual que se opina sobre los vestidos con los que posan las estrellas en la alfombra roja, las vestimentas de los políticos fueron en esta ocasión objeto de comentarios en las redes sociales, especialmente por la sorpresa del líder de Podemos, Pablo Iglesias, que cambió su habitual camisa arremangada por el tradicional esmoquin, como "un gesto hacia el cine español".

También el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, lució un esmoquin mientras que el socialista Pedro Sánchez optó por un traje de chaqueta sin corbata, un accesorio que sí llevaba el de Izquierda Unida, Alberto Garzón.

La presencia de los cuatro cabezas de lista en las elecciones del pasado 20 de diciembre y las negociaciones que llevan a cabo para la formación de Gobierno dio mucho juego al presentador de la gala, el malagueño Dani Rovira, que aseguró que tras "el pacto de la Moncloa, el pacto de Toledo y el pato Donald, estaría muy bien pudiéramos hablar del pacto de los Goya".