Festival de la Guitarra de Córdoba

Artistas: Rosendo + Hijos del Hambre

Día: Sábado, 4 de julio

Por fin, pese al tsunami de calor lipotímico, el Teatro de La Axerquía asistía el pasado sábado a una de sus mejores noches como anfitrión, rozando el pleno para recibir a Rosendo, cum laude honorífico del rock urbano de siempre en España, que venía por segunda vez a este festival, esta vez dentro de su gira Mentira me parece y presentando su enésimo disco Vergüenza torera

Los cordobeses Hijos del Hambre, con un gran número de seguidores entre el público, hicieron el pasillo de honor al icono popular de Carabanchel, con un concierto puntual inicial que repasó sus dos discos editados. El buen sonido y la mejor iluminación desde el principio hicieron más cómodo y lucido el despliegue de su rock de sabor ochentero y algo cáustico de los locales, en el que cupieron homenajes a amigos, enemigos, madres y ausentes, dentro de un repertorio corto y bien compensado, como perfecto primer asalto a una noche que prometía.

En su pertinaz, simétrica y casi cabalística formación en trío, con sus ya habituales Rafa J. Vegas en el bajo y Mariano Montero con la batería, Rosendo llenó el escenario de rock. La sencillez, sobriedad y franqueza sin subterfugios que traslada a sus composiciones, algunas consideradas como verdaderos himnos de la historia del rock ibérico, le han otorgado un preciado sitio en los corazones de muchos, y a sus 61 años continúa siendo fiel a sus principios musicales e ideales, que retrata en unos textos siempre críticos, certeros y afilados.

Hasta hace muy poco, no había concierto de rock en el que no apareciera el admirador de turno gritando "¡Tócate una de Leño!", y es que la renta de aquel histórico trío pesa mucho, aunque Rosendo no haya perdido ni un ápice de mordacidad ni se haya desviado de sus cimientos. Entre la inicial Mala Vida , con la que abrió el concierto de un repertorio ponderado a la perfección, y el último de los solicitados bises, Rosendo insertó estratégicamente estas dosis de nostalgia que encendieron al respetable, como fueron El Tren , que levantó a los miles de asistentes de sus asientos, Agradecido , coreado al final del concierto, y Maneras de vivir , como guinda para cerrar el espectáculo, para delirio de los asistentes. Además de Vergüenza torera , sonaron también composiciones de varios de sus discos anteriores como Masculino singular , ¿De qué vas? , Muela a Muela , Flojos de pantalón , o Atajo de Cobayas , hasta un total de 24.

Rosendo Mercado, parco en palabras inútiles, demostró, una vez más que le bastan sus canciones para establecer un fuerte vínculo y meterse en el bolsillo a la audiencia. Sin olvidar, en un festival dedicado a la guitarra, que cada vez maneja mejor su inseparable Stratocaster.