Está muy estereotipado y en esta ópera voy a su sensibilidad y a su parte creativa, era un genio al fin y al cabo», explica el tener cordobés Pablo García López acerca de su interpretación de Wolfgang Amadeus Mozart en la ópera de cámara Mozart y Salieri. Esta coproducción del Teatro de la Zarzuela y la Fundación Juan March fue estrenada ayer en la sede de esta última y permanecerá en cartel hasta el próximo 29 de abril. El miércoles día 26 se retransmitirá, a las 19.00 horas de la tarde, en Radio Nacional.

Horas después de la primera actuación, el tenor cordobés admitió que «para mí es muy especial» y explicó que «Mozart es mi compositor favorito, siempre han dicho que yo era un tenor mozartiano y estudié en Salzburgo (Austria)», por lo que son distintos los factores que le vinculan a su figura.

García López detalló que se encuentra «muy feliz» tras haber aceptado el «reto» de afrontar su primera ópera cantada en ruso. En este sentido, manifestó que ha tenido que prepararla en Berlín (Alemania) y con ella ha regresado a Madrid. Sobre su labor en esta obra, comentó que ha querido «ir a la esencia del compositor como persona», recordando que «está muy estereotipado». Para esta labor, se ha basado en su correspondencia privada y en documentos de la época que hablan de Mozart.

En cuanto al argumento, señala que en esta ópera se aborda la envidia que el compositor Salieri siente hacia Mozart debido a su genialidad. De este modo, la leyenda sobre la rivalidad de estas dos figuras de la música fue recogida por Aleksandr Pushkin, padre de la literatura rusa moderna, en Mozart y Salieri (1830) y años después Nikolái Rimski-Kórsakov se inspiró en esta obra teatral para componer la ópera homónima. En el segundo acto, el tenor cordobés aparece como un sueño de la demencia senil de Salieri, que está tan obsesionado con la muerte de Mozart que imagina la escena en la que supuestamente le envenena.

En la producción estrenada ayer, el barítono Ivo Stanchev da vida a Salieri; Borja Mariño está al frente de la dirección musical y de la interpretación al piano, y Rita Cosentino, de la puesta en escena.