El 27 de octubre del 2017 podía haber pasado a la historia de Córdoba como el día en que Pablo García Baena recibía el título de honoris causa por la Universidad de Córdoba. Un merecido título que ha llegado algo tardío y que el azar quiso hacer coincidir con una jornada tristemente histórica en España por otros motivos muy distintos a la poesía. Por más que la cita estuviera rodeada del ambiente festivo con el que que la familia y la comunidad universitaria arroparon al laureado poeta cordobés, palabras como Cataluña, la DUI y la independencia se colaron en la fiesta pese a no haber sido invitadas. El mismo García Baena, ejemplo de serenidad, dijo haber vivido un día de sol magnífico, «espléndido como para estar de perol en la sierra», pero con la mirada puesta en el conflicto catalán: «Cataluña es una parte también nuestra, igual que ellos tienen una parte de Andalucía, porque España es un país completo con todas las regiones, no puede faltar ninguna», dijo sin dudar. El rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos, tampoco pudo eludir la pregunta, que contestó tajante: «Creo que España va a seguir siendo por más que algunos se empeñen en lo contrario y lo que está pasando es una irresponsabilidad tremenda». Preocupado por la deriva del gobierno catalán, se preguntó «qué pasará en las reuniones fijadas próximamente con rectores catalanes» y rechazó «la equidistancia» frente a «quienes han tomado la calle de en medio».

El contrapunto poético del encuentro llegó con la lectura inesperada de versos desconocidos del autor, que concita el cariño de poetas de varias generaciones y que estuvo acompañado por Juana Castro, Manuel Gahete o Joaquín Pérez Azaústre, entre otros. El coro Averroes, siempre sublime en su interpretación, amenizó el acto y contribuyó a hacer posible que durante algo más de una hora el auditorio pudiera dejar volar sus pensamientos agoreros y concentrarse en la belleza de la música.

Desde ayer, la vitrina destinada a premios de Pablo García Baena, «el antiguo muchacho que se elevaba como una estrella», cuenta con un birrete, un libro de la ciencia, un anillo cargado de sabiduría y un par de guantes blancos nuevos, símbolo de pureza y fortaleza. Enhorabuena, maestro.