El guitarrista clásico Manuel Barrueco muestra en el Teatro Góngora la maestría de su interpretación. El más veterano, sin duda, de los cientos de artistas que han participado en el Festival de la Guitarra es el guitarrista clásico Manuel Barrueco, que vuelve en julio a Córdoba, un año más, para mostrar por qué es imprescindible su presencia en la fiesta de las seis cuerdas. Y como es habitual, regresa para cumplir con una doble cita: impartir un curso -durante los días 9 y 10 de julio- y ofrecer un concierto esta tarde en el Teatro Góngora (20.30 horas). Para el programa de este recital, Barrueco ha elegido Seis pavanas, de Luis de Milán; la Sonata en Sol menor, de Johann Sebastian Bach; Seis variaciones sobre un tema de Luis Milán, de Joaquín Nin-Culmell y, tras el intermedio, la Sonata en Do mayor, de Fernando Sor; Introducción y variaciones sobre el aire Malbroug, de Fernando Sor, y Aragón, Cádiz y Asturias, de la Suite Española de Isaac Albéniz.

El músico cubano afincado en Estados Unidos es reconocido internacionalmente como una de las figuras más importantes de la guitarra clásica. Expertos y público coinciden en considerarlo un genial instrumentista y un intérprete de gran elegancia, con un sonido seductor, un talento musical extraordinario y un lirismo fuera de lo común. Desde que en 1974 se convirtiera en el primer guitarrista en ganar el prestigioso Concert Artist Guild Award, su virtuoso modo de tocar se ha visto recompensado con una merecida fama mundial.

Barrueco ha actuado en las salas de mayor prestigio: la Royal Albert Hall de Londres, el Musikverein de Viena o el Concertgebouw de Amsterdam.