Joaquín Sabina lo predecía: «No están viendo ustedes un buen concierto por mi parte hoy», decía a mitad de su espectáculo de la noche del sábado en Madrid. Pocos minutos después, abandonaba el escenario del WiZink Center porque se quedaba «totalmente mudo», en esta gira «interminable» y repleta de problemas de salud. José Navarro Berry, su representante, aseguró ayer que el artista «se encuentra bien». «Se quedó sin voz y directamente prefirió parar el concierto; se fue a dormir muy triste», afirmó Navarro, que añadió que en unos días, tras pasar por el especialista, se decidirá sobre los cuatro conciertos que quedan de su gira Lo niego todo, entre ellos el que tiene previsto ofrecer el día 30 en Córdoba, después de haberlo aplazado.

«Joaquín se ha quedado totalmente mudo y no va a poder seguir el concierto. Lo sentimos de todo corazón», dijo Pancho Varona alrededor de las 23.20 horas, tras haber abandonado Sabina (Úbeda, Jaén, 1949) el escenario en torno a las 23.00 horas, una noticia que se ha convertido en trending topic. El cantante había colgado el cartel de entradas agotadas para la cita -la quinta en el WiZink Center de la gira Lo niego todo, y la quinta que saldaba con lleno en el estadio-, que comenzaba recordando sus problemas de salud durante la gira.

«Buenas noches, muchas gracias. Creo que saben ustedes que en medio y al final de esta gira interminable he andado recorriendo pasillos de sórdidos hospitales», decía el cantautor, que ha tenido que reprogramar una serie de conciertos por diferentes problemas de salud.

«Lo digo porque -se sinceró Sabina-, como sucede tan a menudo, cuando les cuenten que envejecer es una cosa fantástica, porque la experiencia y la sabiduría... Mienten como bellacos. Envejecer es una puta mierda», aseveró en el escenario, arrancando los aplausos de los madrileños. Alrededor de 17.000 personas abandonaron el recinto entre reclamaciones por la devolución del dinero de las entradas, pero con el rumor constante de que quizá se trate de la última gira del cantautor de Úbeda.