Hubo un idilio entre los poetas e intelectuales de la Generación del 27 y el cine porque para ellos eran sueños sobre pantalla, era el arte de la modernidad para las masas". Esta idea, lanzada por Román Gubern en la Filmoteca, vertebra el ciclo La huella del verso que comenzó ayer y se prolongará hasta mañana, dentro de la fase previa de Cosmopoética.

El catedrático emérito de Comunicación Audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona recordó que este año se cumple el aniversario del acto de homenaje de aquel grupo de poetas hacia la figura de Góngora. La admiración de Alberti, Lorca y Buñuel por el cine "ha dejado rastro en la poesía, los epistolarios y guiones", subrayó.

SURREALISMO La esencia de esa conjunción de artes y autores se ejemplifica con Un perro andaluz , el primer documental proyectado ayer en versión original subtitulada. "Es la película fundacional del cine surrealista. Hubo intentos embrionarios, pero André Breton así lo reconoce". Gubern sostiene que en este filme "hay más de Dalí que de Buñuel, estudiando la iconografía". Trata "de la dificultad de establecer una relación feliz heterosexual entre un joven y una mujer", con el tema de fondo de los homosexuales. "García Lorca se sintió aludido y en Nueva York escribió un guión que se rodó más tardíamente: Viaje a la luna ". El tándem poesía-cine se rompió con la irrupción del cine sonoro, "que revienta el invento porque para ellos el cine era una sinfonía de imágenes puras".