El actor argentino Ricardo Darín recibirá el Premio Donostia del 65 Festival de Cine de San Sebastián, que reconoce la trayectoria de «uno de los actores más prestigiosos de la cinematografía latinoamericana y mundial». El certamen donostiarra ha anunciado en un comunicado el nombre del galardonado, al que se entregará esta distinción a su trayectoria en la próxima edición del Zinemaldia, que se celebrará del 22 al 30 de septiembre.

Darín (Buenos Aires, 1957), recogerá el premio el 26 de septiembre, en el marco de la presentación La cordillera, la película de su compatriota Santiago Mitre en la que interpreta a un presidente argentino y que se estrenó en la sección Un Certain Regard del pasado Festival de Cannes. El filme, una coproducción entre Argentina, España y Francia que aborda el desgaste del sistema político tradicional, se proyectará en esa fecha en el auditorio del Kursaal, tres días antes de su llegada a las salas comerciales.

El Zinemaldia, que define a Darín como «uno de los actores más prestigiosos de la cinematografía latinoamericana y mundial», recuerda que en su currículum figuran sus trabajos con directores como Adolfo Aristarain, Juan José Campanella, Fabián Bielinsky, Fernando Trueba, Pablo Trapero y Cesc Gay.

Precisamente a las órdenes de este último coprotagonizó Truman junto a Javier Cámara, papeles con los que obtuvieron ex aequo la Concha de Plata al mejor actor en 2015.

Darín se inició en la interpretación en series televisivas cuando tenía 5 años y comenzó su carrera cinematográfica en 1979 con La carpa del amor, de Julio Porter, y La playa del amor, de Adolfo Aristarain. Alternó el cine con trabajos premiados en la pequeña pantalla, como Nosotros y los miedos, Compromiso o Mi cuñado.

De los años 80 y 90 son títulos como The Stranger, de Aristarain, Perdido por perdido, de Alberto Lecchi, y El mismo amor, la misma lluvia, de Juan José Campanella. Con Nueve reinas (2000), la ópera prima de Fabián Bielinsky, empezó a ser reconocido internacionalmente, y con el nuevo siglo comenzó a protagonizar películas «esenciales» de la cinematografía latinoamericana y española.