El Rey ha reivindicado este viernes los valores de la concordia y el respeto, así como la importancia de la cultura para enriquecer la convivencia, y ha defendido una España "de brazos abiertos, alejada del pesimismo" o el desencanto y orgullosa de lo "mucho y admirable" que juntos han conseguido los españoles.

En su discurso en la solemne ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias 2016, celebrada en el Teatro Campoamor de Oviedo, Felipe VI, acompañado por la reina Letizia, ha apelado asimismo al ejemplo de los galardonados para recordar que "no hay ninguna obra científica, política, social o artística que no haya surgido por unos ideales firmes y sólidos".

Tras reseñar los méritos de los premiados este año en cada una de las ocho categorías, el Rey ha elogiado a todos ellos por ser "la representación más alta y brillante" de "ese anhelo por hacer un mundo mejor donde prevalezcan la concordia, el respeto y la solidaridad".

"Gracias a todos y cada uno de vosotros, somos más conscientes de que el progreso es siempre fruto de muchos esfuerzos compartidos entre personas de orígenes diversos, entre culturas y creencias distintas, entre naciones diferentes", ha señalado, antes de subrayar que estos premios y la fundación que los otorga nacieron por un sentimiento de "amor profundo a Asturias y a toda España".

"Nacieron -ha destacado el Monarca- con la voluntad de afirmar una España que, como dijo Unamuno, tiene que ser de brazos abiertos, en la que nadie pueda sentirse solo en el dolor o la adversidad; una España alejada del pesimismo, del desencanto o del desaliento, fiel a su irrenunciable afán de vivir y orgullosa de lo que somos, de lo que juntos hemos conseguido, que ha sido mucho y admirable".

A pesar de que la próxima semana va a resultar decisiva, con una ronda de contactos con los diferentes partidos políticos que podría desbloquear la actual situación política nacional, el discurso del Rey de este año apenas ha tenido referencias a ese escenario. Felipe VI está coincidiendo estos días en Asturias con el presidente del Principado, Javier Fernández, que está ahora mismo llevando las riendas del PSOE a nivel nacional.

LOS PREMIADOS

La galardonada con el Premio de Ciencias Sociales de este año, Mary Beard, fue la primera en pisar la alfombra azul, en una de las llegadas más divertidas que se recuerdan en los últimos años. Saludando a unos y a otros mientras se acercaba al teatro con una amplia sonrisa y posando para los fotógrafos. Añadió además un peculiar caminar, como queriendo destacar sus llamativos zapatos de color rosa que lucía pocos días después del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, el pasado 19 de octubre.

Muy aplaudida fue también la llegada de Núria Espert (Artes) y de Javier Gómez Noya (Deportes), al igual que el Premio de Investigación Científica y Técnica, el norteamericano Hugh Herr,quien llegó a la alfombra azul en pantalones cortos, con sus piernas biónicas al aire.

Todos los invitados fueron llegando uno a uno y prácticamente no se enteraron de la protesta que se vivía a pocos metros, en la Plaza de la Escandalera, donde un año más grupos antimonárquicos y críticos con la Fundación Princesa han vuelto a manifestarse. Un amplio dispositivo policial y la presencia de gaiteros entre ellos y la calle hacía prácticamente invisibles a los manifestantes, que protestaron siempre en un ambiente festivo y sin registrarse incidentes.

El Premio de las Letras, el norteamericano Richard Ford, dedicó a los asistentes unas palabras en español para afrontar todo su discurso en inglés en el que se ha referido a la situación política de su país, Estados Unidos. Ford ha pedido rescatar el valor de la palabra 'política' para que no acabe siendo un sinónimo de "egoísmo, cinismo, engaño y despropósito", como en su país.

El escritor se ha referido a problemas en el mundo actual que presentar desigualdades y abatimiento económico, ha propuesto "actos de imaginación" para hacer frente a cuestiones como la posibilidad de que Donald Trump acabe siendo presidente de su país.