Damián Szifrón (Buenos Aires, 1975) es un director argentino que sabe navegar muy bien entre los lenguajes cinematográfico y televisivo. Como resultado de ello encontramos en su filmografía éxitos del tipo a las series 'Los Simuladores' o 'Hermanos y detectives'; también ha escrito y dirigido los largometrajes 'El fondo del mar' y 'Tiempo de valientes'. Ahora llega su tercera película, después de conseguir todo un récord al ponerse en los primeros puestos de las más vistas en su país de origen, cosechar alabanzas críticas y pasar por diferentes festivales, como el de San Sebastián, donde ha dejado muy buen sabor de boca. Estos 'Relatos salvajes' son media docena de episodios independientes, su único lazo de unión podría ser el estallido violento de cada protagonista ante una situación límite y donde podemos encontrar instantes tan dramáticos como de comedia negra, que nos harán sentir tan a gusto como incómodos, pasando de repente de un estado al contrario sin previo aviso. De la risa a la preocupación, por ejemplo. El lado salvaje de cada cual está aquí mostrado con verosimilitud e indignación. Y lo que sí queda claro, debido a la brevedad de cada capítulo, es que no queda tiempo para el aburrimiento, pues al finalizar cada historia uno se queda con ganas de más, justo cuando ya comienza la siguiente y nos arrastra en su trama. Por otra parte, si se leen los nombres que componen el reparto ya es todo un aval; basta con nombrar a Darío Grandinetti, Leonardo Sbaraglia o Ricardo Darín, y el resto, que no son pocos, no vuelan con sus interpretaciones por debajo de los citados. Además, figura como compositor de la banda sonora Gustavo Santaolalla y en la producción colaboran los hermanos Almodóvar aportando un acabado de lujo a esta coproducción hispano-argentina que parece estar inspirada en una serie de TV creada por Spielberg en los ochenta y que dirigieron diferentes cineastas (incluido él mismo) bajo el título de 'Cuentos asombrosos'.