El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó ayer el decreto que inscribe al Real Círculo de la Amistad de Córdoba en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de monumento, una figura jurídica que protegerá el inmueble de la calle Alfonso XIII e impedirá que puedan acometerse reformas que atenten contra su integridad. La consejera de Cultura, Rosa Aguilar, ha subrayado que con la declaración de Bien de Interés Cultural la capital cordobesa «suma un nuevo referente en materia cultural», y lo hace con un edificio «emblemático para la ciudad y lleno de historia». Con ello, apunta Aguilar, «se culmina el trabajo que iniciamos para alcanzar una declaración que era justa y necesaria y que supone, sin duda, una gran noticia para Córdoba». El Círculo, añade, es «un importante legado patrimonial y artístico que habla de Córdoba, de su historia y de su vida cultural durante más de siglo y medio».

El Real Círculo de la Amistad de Córdoba, que mantiene una intensa agenda cultural y social y que el 31 de mayo celebrará su 163 aniversario (abrió sus puertas por primera vez en el año 1854), alberga una importante colección pictórica. El decreto de inscripción incluye 36 obras de dicha colección, parte de ellas realizadas por encargo expreso para la decoración de las dependencias, informa la Junta. Estos son los casos de los seis cuadros de gran formato realizados por el pintor cordobés Julio Romero, que actualmente se exponen en la escalera principal; los 17 lienzos del artista sevillano José María Rodríguez de Losada, con representaciones de personajes ilustres y acontecimientos históricos vinculados a Córdoba, y los cuatro cuadros de estética modernista dedicados a los cinco sentidos, de Carlos Ángel Díaz Huertas. Con la declaración también se protegen algunas obras procedentes de las numerosas exposiciones realizadas durante el siglo XX, entre ellas una de Joan Miró. La institución también alberga una magnífica biblioteca con un fondo bibliográfico de unos 17.000 volúmenes.

El Círculo, que ocupa una superficie de 4.210 metros cuadrados, conserva el antiguo claustro conventual de estilo manierista. De la segunda mitad del siglo XIX son, además, el salón de las recepciones conocido como Salón Liceo; el patio jardín; la biblioteca, y las dos grandes escaleras, una de ellas en mármoles rojos. La fachada principal del edificio fue realizada en 1928.