Festival de la Guitarra de Córdoba

Fecha:Viernes, 3 de julio

Artistas: Los Lobos + Nikki Hill

Dos conciertos bien distintos con dos grupos de artistas americanos muy diferentes tuvieron lugar en el escenario de La Axerquía el viernes pasado, en una segunda jornada del Festival de la Guitarra de Córdoba 2015, que sigue arrojando tímidos datos de asistencia.

Los enérgicos 27 años de Nikki Hill y su catálogo de despiertas raíces para el rock & roll, blues, R&B y soul dejaron el listón muy alto para los eternos y polivalentes aullidos de Los Lobos, mitos de largo recorrido del mestizaje que convierten los conciertos en festejos, o viceversa.

Con puntualidad inglesa, los Hill de Carolina (USA), Nikki y su marido Matt, dieron una lección de cómo sacar partido a la supuesta desnudez de bajo, batería, guitarra y voz. Con lo mínimo llegaron a un máximo que hizo bailar a un público algo aletargado por el azote del tórrido cemento. La, supuestamente, necesaria sobriedad de la rudimentaria batería de Joe Meyer, junto a la autopista que abría el seguro de vida del bajo de Ed Strohsal, eran el lecho espinoso perfecto para el "capitán rojo", Matt Hill, Telecaster gastada en mano, que mandaba pletórico los mejores vuelos guitarreros de la noche para que la incisiva voz de la preciosa nueva diva, embajadora y heredera de los ancestros negros que emulaba en su iglesia, se moviera a placer por los cauces renovados de los orígenes. Tocaron un repertorio dinámico y efectivo de temas cortos e intensos, parte de su disco Here's Nikki Hill y varios covers , entre los que brilló una especial versión del Keep a knockin' but you can't come in , de su admirado Little Richard.

De Los Lobos, ya en escena en su cita con la luna cordobesa, se esperaba ese carácter doméstico de un repertorio que ha posibilitado más de cuatro décadas de carrera y un gran palmarés, gracias a veintitantos discos en los que hay de todo y para todos, éxitos fronterizos que lo mismo sirvieron para quedar deslumbrados por las evoluciones de las guitarras de un blues, a manos de David Hidalgo, Louie Pérez o César Rosas, o para bailar un corrido o una cumbia de su Méjico materno, como pioneros en enarbolar la bandera del mestizaje latino que personifican.

Sus rentas musicales son poderosas, como demostraron con canciones como La Pistola y el Corazón , el redondo Volver, volver o la ineludible La Bamba , que sonó ya en el bis. Y destacable fue una curiosa versión de Papa was a rolling stone , de The Temptations. Hicieron bailar, cantar y disfrutar a gran parte de un público y seguidores que quizás esperaban algo más que la interpretación de la mítica banda americana en su gira española.