Eutopía vuelve a poner el proceso de creación en el punto de mira con Conversaciones y tweets , un encuentro que reunió ayer en la Filmoteca de Andalucía al novelista Rafael Chirbes, Premio Nacional de Narrativa 2014, y al productor Fernando Bovaira, quienes analizaron los pilares que sostienen la serie Crematorio , que en el 2011 adaptaba la obra homónima de Chirbes a la televisión.

En ella, más allá de la explosión del ladrillo de los años 90, telón de fondo sobre el que se desarrolla la historia de Rubén Bertomeu (constructor al que encarnó Pepe Sancho en la pequeña pantalla), su autor, Rafael Chirbes, trazó un retrato de una modernidad de cartón piedra sobre la que se erige la España actual, una denuncia que, acompañada de elementos policiacos, convirtió a la serie en una de las creaciones más aclamadas por la crítica en el momento.

El secreto: actuar como si de una producción cinematográfica se tratara, una posibilidad que barajaron en un principio según comentó el productor, quien hizo hincapié en las dificultades a la hora de trasladar la obra, profundamente literaria y basada en el monólogo interior. "Toda adaptación es una perversión", afirmó Bovaira, "buscamos crear una trama con tensión sin perder de vista la novela; debía de ser nuestro faro".

Autor y productor discutieron sobre los peligros de la autocensura, el inmovilismo latente tras la transición y los cambios radicales ajenos a la memoria del país, una postura sobre la que Chirbes se mostró especialmente crítico: "Una generación entera se ensució para que sus hijos no tuvieran por qué hacerlo y pudieran permanecer inocentes", apostilló sobre uno de los temas que sirven de hilo conductor a su obra literaria.

La serie, que se proyectará a lo largo del festival y que tuvo su capítulo introductorio ayer tras la charla, podrá visionarse tanto hoy como mañana a las 18.00 horas en la Filmoteca, donde además continuará el ciclo de conversaciones retrasmitidas a través de Twitter con José Luis Agreda y Nacho Vigalondo.