Nylon, imanes, acero inoxidable, scanners 3D y láser han sustituido al 60% del mármol que Miguel Angel utilizó hace 520 años para tallar la escultura de San Juanito , la única que existe de él en España y que fue ayer presentada por primera vez en el Prado, tras la "restitución" de sus 130 centímetros de belleza. La Fundación Casa Ducal de Medinaceli-Sevilla es la propietaria de la pieza, esculpida en 1495 por un joven Miguel Angel Buonarroti (1475-1564), trasladada a España en 1537, destruida el 26 de julio de 1936 en el bombardeo de la Capilla del Salvador de Ubeda (Jaén), llevada al Opificio delle Pietre Dure de Florencia para su restauración en 1995 y reintegrada a España en el 2013.

Gracias a la iniciativa de la Fundación Amigos del Museo del Prado, San Juanito (San Juan Bautista Niño) puede verse desde ayer y hasta el 28 de junio en "la principal institución cultural española", en palabras de Ignacio de Medina, duque de Segorbe y presidente de la Fundación de Medicinaceli. De Medina explicó que el Opificio florentino aceptó "el doble desafío" de restaurar a partir de los 14 fragmentos que se hallaron de la escultura original y hacerlo con un criterio que permitiera la mejor de las "restituciones".

"Se ha empleado una técnica pionera para lograrlo, y, en paralelo, Francesco Caglioti ha hecho un estudio que prueba, sin dudas, como ya había intuido Manuel Gómez Moreno en 1930, la autoría", añadió el duque. De Medina reconoció que estuvo "muy nervioso" hasta que el italiano le confirmó que, efectivamente, aquella obra "absurdamente maltratada" había salido de "la flama" de Miguel Angel.

Para el director del Prado, Miguel Zugaza, la exhibición es "un acontecimiento histórico" a la vez que "una denuncia de todas las acciones bárbaras e iconoclastas que se cometen en el mundo". Según explicó Stefan Schroeder, jefe del departamento de Escultura del Prado y comisario del proyecto, la escultura, que corresponde a la misma época que los relieves de Madonna della Scala o el dibujo de la Madonna de Manchester , fue donada por el duque de Florencia a Francisco de los Cobos, secretario del emperador Carlos V. Este, a su vez, la envió a su villa de Sabiote, cerca de de Ubeda.