Las obras del Monasterio de Sijena que se encontraban en el Museo Diocesano de Lleida, en litigio entre Cataluña y Aragón desde hace dos décadas, han llegado a Villanueva de Sijena entre vítores de sus vecinos, tras salir de la capital ilerdense en medio de protestas y duras críticas de los partidos soberanistas en plena campaña electoral.

En el camión que ha abandonado el Museo de Lleida faltaba uno de los 44 bienes reclamados por la Justicia, un lienzo del siglo XVIII cuyo paradero se desconoce.

El operativo para el retorno de las piezas comenzó pasada la medianoche, aunque no fue hasta las 4.00 horas de la madrugada cuando los técnicos del Gobierno de Aragón, acompañados por un letrado de la institución, accedían al Museo Diocesano de Lleida, en donde esperaban el director del centro y el equipo de conservadores.

Estos fueron indicando a sus colegas aragoneses dónde se encontraba cada uno de los bienes, tras lo que se procedió al embalaje y precinto de los mismos.

PROTESTAS

Mientras, en el exterior del museo, iba aumentando el número de manifestantes contrarios a la decisión. Entre ellos, cargos de la CUP o el diputado nacional de ERC Joan Tardá. El alcalde de Lleida, Ángel Ros, ha recurrido ante el Ministerio de Cultura la orden de devolución.

Los Mossos desplegaron una decena de furgones e hicieron un cinturón de seguridad alrededor del museo, pese a lo cual no han podido evitar momentos de tensión con las cerca de 500 personas que han llegado a congregarse para protestar entre gritos de "humillación" o "expolio".

El delegado de Cultura de la Generalitat en Lleida, Josep Borrell, ha advertido que "el traslado les puede pasar factura", porque "hay servicios que presta Cataluña de forma generosa, como el servicio sanitario, que después de esto" puede ponerse en cuestión.

RECIBIDOS POR LAS AUTORIDADES

El camión con las piezas han sido recibidos en el Monasterio de Villanueva de Sijena por la consejera de Educación, Cultura y Deporte del Ejecutivo, Mayte Pérez, y por el alcalde del municipio, Ildefonso Salillas.

También ha llegado con la delegación del Gobierno aragonés el director general de Cultura y Patrimonio, Nacho Escuín, quien ha lamentado que al final hayan regresado al Monasterio de Villanueva de Sijena 43 de los 44 bienes, ya que uno de ellos "no ha podido ser localizado" y el personal del Museo Diocesano de Lleida no sabía tampoco su paradero.

Escuín, además, ha denunciado que algunos de los lienzos que han regresado a Sijena se encuentran "muy afectados", hasta el punto de que se antoja "complicada" su recuperación.

El presidente aragonés, Javier Lambán, ha anunciado que viajará hasta Villanueva de Sijena para comprobar el estado de las obras. En cuanto acabe la visita, comenzará un largo proceso de descripción y estudio de las obras y, si es menester, de restauración.

Todo ello encaminado a hacer del monasterio un espacio de exposición en el que disfrutar de la "joya" que en términos históricos y artísticos son estos bienes, para lo que el Gobierno de Aragón ha invertido 500.000 euros y para lo que tiene previsto invertir más, ha avanzado la consejera de Educación.