La historia de los hermanos Liam y Noel Gallagher y el salto a la fama de Oasis es tan densa en drama, anécdotas e intensidades diversas que cuesta entender cómo no ha llegado antes un documental de la ambición de 'Supersonic'. Sea como sea, el 2016 parece un buen momento, por la perspectiva ganada y porque este año se cumplen dos décadas del, quizá, punto más álgido en la trayectoria del emblema britpop: aquel par de conciertos ofrecidos en Knebworth los días 10 y 11 de agosto de 1996, ante 125.000 personas por velada. Hasta dos millones y medio de personas trataron de conseguir entrada para esas actuaciones; podían haber sido 20 'sold outs'.

Liam y Noel Gallagher, a la derecha, y el resto de Oasis, al fondo, en una imagen de 'Supersonic'.

El director Mat Whitecross, antiguo ahijado de Michael Winterbottom, siempre tuvo claro que la historia de 'Supersonic' debía terminar ahí. Nada de aburrida decadencia, de grabaciones a regañadientes y desintegración inexorable. "Para mí estaba claro que esos dos años entre la formación del grupo y los conciertos de Knebworth encerraban todo lo más interesante". Whitecross ha preferido concentrarse en ese margen de tiempo en lugar de abrazar también los 13 años siguientes, y aun así, le ha quedado un filme de más de dos horas.

Sin apenas relleno, por otro lado: 'Supersonic' pondrá el listón alto al resto del programa del In-Edit cuando se proyecte el viernes, día 28. La película llega ese día a las salas comerciales, donde estará en cartel, en principio, solo durante una semana.

MÁS ALLÁ DE LA MÚSICA

La historia de Oasis no es solo para nostálgicos del britpop. Será revelación y motivo de escalofrío casi constantes también para simples admiradores de las historias con resonancias bíblicas(Caín y Abel, por supuesto) y giros y altibajos emocionales a tutiplén. Es la historia / leyenda de un puñado de chavales de clase obrera de Manchester que, en tiempo casi récord, se convirtió en uno de los grupos más grandes del mundo y un salvavidas para la juventud necesitada de luz al final del túnel. "Ese es el secreto del éxito de Oasis", opina Whitecross. "Significaron mucho para mucha gente, también para mí. Tenía que ver con el sentimiento que desprendían sus canciones. Era música que te decía que, de acuerdo, las cosas podían estar mal ahora mismo, pero había algo brillante y nuevo en el horizonte".

¿Cómo se lleva eso de hacer una película sobre tu grupo favorito? "Cuando me lo pidieron, me pareció increíble", afirma el director del filme, producido por el equipo de 'Amy'. "Nunca pensé que fuera a hacer nada con ellos. Y lo primero que sientes, claro, es miedo, porque has escuchado todas esas historias sobre su temperamento. Sobre todo de Liam. Me decían que según el pie con que se hubiera levantado, o del momento del día, podía ser una persona u otra radicalmente distinta. Pero me encontré con alguien con ganas de poner orden en las piezas de su vida".

Como los hermanos Gallagher no se hablan, Whitecross se vio obligado a grabar las voces de Liam y Noel por separado, pero no lo ve como una desventaja: "Bueno, hubo un momento en que pareció existir una esperanza de juntarlos. Enseguida se pelearon a lo bestia y no pudo ser. Pero ha resultado mejor para la película. Fíjese en sus entrevistas juntos, son muy divertidas pero muy superficiales. Por separado, en cambio, son generosos, se abren".

HONESTIDAD BRUTAL

La película es de una franqueza sorprendente, no solo en el aspecto del alcohol y las drogas, sino también en el puramente emocional. Aprendemos sobre un crudo pasado familiar (Noel asegura que su padre le metió el talento "a hostias") y se dejan entrever hilos de aprecio mutuo entre hermanos. "Si algo me sorprendió, fue ver lo cálidamente que a veces podían hablar el uno del otro", dice Whitecross, quien mostró la película dos veces a los chicos "por cortesía" y solo recibió "notas cinematográficas". Explíquese. "Les daba igual lo que uno dijese del otro en la película, bueno o malo. Pero Noel me dijo que era demasiado larga, ¡y lo peor es que tenía razón! Vino hacía mí y me dijo, muy serio: 'Ningún documental sobre un grupo puede ser más largo que su disco de grandes éxitos'. Después de eso corté 20 minutos, claro, aunque para mí los grandes éxitos de Oasis duran más de dos horas". Puede no faltarle razón, si tenemos en cuenta que entre sus caras-B podía haber clásicos, caso de 'Acquiesce'.

El próximo documental de Whitecross girará en torno a Coldplay, cuyo líder Chris Martin, al parecer, está tratando de oficiar como pacificador entre los Gallagher. Entre los signos de afecto mutuo y el pequeño revival de Oasis que puede generar 'Supersonic', una reunión no parece una utopía. Aunque Liam se encargó de aguar la esperanza en agosto con un tuit en que podía leerse: "Acabo de ver el tráiler de la película de Oasis. Debo decir que yo salgo súper bien parado, súper auténtico, no como otra gente. Os veo en el estreno. Un beso, LG".