Inauguración de la temporada flamenca en El Rincón del Cante

Homenaje a Inmaculada Aguilar.

Cante: El Pele

Guitarra: Manuel Silveria

Baile: Alba Luna y su grupo.

Día: Jueves 23

Inolvidable noche la vivida en el local de El Rincón del Cante, que, como viene siendo habitual, dedica su temporada a personalidades vinculadas con el arte flamenco. En esta ocasión, la catedrática del Conservatorio de Danza de Córdoba Inmaculada Aguilar fue la destinataria de esta distinción, en un entrañable y emotivo acto en el que el autor de la cabal semblanza de esta cordobesa comprometida con el baile flamenco desde su infancia se extendió largamente sobre el sólido basamento que adorna su personalidad: la artística, la docente y la humana. Tres distintivos que con toda seguridad han sido decisorios en la determinación para el otorgamiento de la insignia de oro de la peña, impuesta por su presidente, que Inmaculada Aguilar agradeció vivamente, destacando en su intervención la importancia del flamenco en Córdoba y su incondicional apoyo desde su magisterio a aquellos jóvenes que han encauzado su vida profesional en este campo.

El recuerdo a sus progenitores, decisivos en su pasión por el baile, llenó de emotividad una noche en la que la incuestionable jondura de El Pele puso el resto. Fue una intervención no excesiva; soleá, seguirilla malagueña con abandolaos y alegrías, suficientes palos en la verificación del alto voltaje de su calidad flamenca que, como es habitual, se revela de igual forma en el desborde de su torrente pasional para después ensimismarse con el recogimiento intimista que sugiere la letra de soleá: "Dejadme solo esta tarde/ que tengo que hablar con Dios/ y tiene Dios que escucharme".

La guitarra de Manuel Silveria, como siempre, flamenquísima y atenta a cualquier gesto inesperado del cantaor, cubriendo sus pausas con falsetas que rozaron lo inverosímil por la exigencia de los tonos altos que acortan el recorrido del diapasón.

La noche se cerró con el baile por soleá de Alba Luna; joven discípula de Inmaculada Aguilar, continuadora de su escuela en su fiel despliegue de todas sus virtudes danzísticas, que tendrá que ir adaptándolas en el logro de su propio sello. Se terminó con un fin de fiesta por bulerías al que se sumó El Pele con una invitación a la homenajeada, que desgranó sus mejores esencias con giros y desplantes llenos de gracia, que avivaron el ambiente, ya bastante estimulado por la secuencia de los hechos que engalanaron este comienzo de temporada en el recinto de la Peña El Rincón del Cante.