Fernando Leiva, fundador del Museo de Fuente Tójar, recibió ayer con «honor» y mucha emoción la insignia de oro de la Asociación Provincial de Museos Locales, un reconocimiento anual con el que el colectivo quiere resaltar a personas o instituciones que durante el año hayan destacado en la labor de defensa y difusión del patrimonio histórico. En esta ocasión ha sido escenario de la entrega, así como de la asamblea anual de la asociación, el Museo Arqueológico de Córdoba, ya que los centros de arte de la provincia han querido colaborar de esta manera con el 150 aniversario del museo cordobés, con el que el colectivo ha tenido una relación muy estrecha desde su creación, como señaló Juan Manuel Palma, presidente de la asociación, durante su intervención.

El acto estuvo presidido por el delegado territorial de Cultura, Francisco Alcalde, que destacó la relación que la Consejería de Cultura tiene con los museos locales cordobeses, subrayando la importancia de este colectivo, que tuvo su origen en las jornadas técnicas celebradas a comienzos de 1985 en Puente Genil, seguida pocos meses después por una nueva reunión en Cabra. En cuanto a la tipología de estos museos, Alcalde explicó que, frente a otros lugares, donde predominan los etnológicos, la mayor parte de los museos locales de Córdoba son de carácter arqueológico o cuentan con un apartado importante de arqueología en sus colecciones. Por último, reconoció la labor de Leiva, no solo en el museo de Fuente Tójar, sino en otros de la provincia, que contribuyó a crear, así como su trabajo como secretario de la asociación durante 20 años. Tras la imposición de la insignia, el director del museo de Lucena, Daniel Botella, fue en encargado de destacar los méritos de Leiva, al que la emoción apenas le permitió «agradecer» la distinción en un acto que acabó con música.