La penúltima jornada de la competición de la Mostra tuvo a la mujer como protagonista. Era el día de la única realizadora que lucha por el León de Oro, la china Vivian Qu, y tanto su filme como el del franco-tunecino Abdellatif Kechiche, tienen a la mujer en el centro de sus historias. Dos historias muy diferentes pero con el punto en común de que en ninguna sale bien parada la mujer. Eran dos filmes muy esperados en esta edición y respondieron a las expectativas, cada una en su estilo, más visual el de Kechiche, más profundo el de Qu.