Los conventos cordobeses y su huella histórico-artística, además de la espiritual, han tomado desde ayer parte de la Mezquita-Catedral, concretamente la zona de la ampliación de Almanzor. Allí se instalará hasta el 14 de enero la magna muestra Córdoba, ciudad conventual , que reúne los tesoros y la memoria de 44 monasterios, 35 de ellos aún existentes, de la capital y provincia.

La exposición fue inaugurada anoche por el obispo de la diócesis, Demetrio Fernández, junto al alcalde de la ciudad, José Antonio Nieto; la presidenta de la Diputación, María Luisa Ceballos, y el alcalde de Alcalá de Henares, Javier Bello. Con este acto el Cabildo de la Catedral quiso poner una nota brillante a la apertura del Año Jubilar de Santa Teresa de Jesús, iniciada ayer con una misa presidida por el prelado en la Catedral y seguida de una conferencia sobre la santa y San Juan de Avila a cargo de Encarnación González, miembro de la Institución Teresiana y exdirectora de la Oficina para la Causa de los Santos de la CEE.

Precisamente una imagen de Santa Teresa, obra de José de Mora de 1705, es una de las principales aportaciones artísticas de la Iglesia a la muestra --junto al marco insuperable y otras piezas de su patrimonio--. Es la imagen que habitualmente preside la sacristía catedralicia y que formará parte el año que viene de la exposición que visitará el Papa en Avila con motivo del 500 aniversario de la santa.

La exposición, comisariada por el padre Juan Dobado, muestra la importancia que la instauración de los conventos de distintas órdenes religiosas (14 en total, en torno a las que se ha montado el recorrido) ha tenido en la trama urbana y la historia cordobesas, y se acompaña de una rica colección de obras de arte y documentos procedentes de dichos conventos.

Está organizada por la delegación municipal de Patrimonio de la Humanidad y cuenta con la colaboración de la Diputación Provincial, la diócesis de Córdoba y el Cabildo de la Catedral, y con el patrocinio del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España y la Fundación Caja Rural de Córdoba. Forma parte de los actos del vigésimo aniversario de la inscripción del casco histórico de Córdoba en la lista del Patrimonio Mundial y del 775 aniversario de la consagración de la Catedral.