El periodista y escritor estadounidense Tom Wolfe, autor entre otros libros de la novela 'La hoguera de las vanidades' ha fallecido a los 87 años, según ha confirmado su agente Lynn Nesbit. Según indicó al diario 'The Wall Street Journal' y a 'The New York Times', estaba aquejado de neumonía y había sido hospitalizado por una infección en un hospital de Manhattan.

Wolfe, nacido en Richmond (Virginia) el 2 de marzo de 1931 y que residía en Nueva York desde que llegó a la ciudad para trabajar como reportero en 1962, se convirtió en la década de los 70 en uno de los padres del llamado Nuevo Periodismo por la introducción de técnias literarias en los géneros de no ficción. Más tarde, en los 80, pasó a ser considerado uno de los novelistas norteamericanos más populares tras la publicación de 'La hoguera de las vanidades'. A este le siguieron otras tres novelas: 'Todo un hombre', 'Soy Charlotte Simmons' y 'Bloody Miami'.

Cuando Wolfe publicó en los 80 'La hoguera de las vanidades', una suerte de retrato coral de Nueva York que lo colocó inmediatamente en la primera línea de la literatura norteamericana, ya hacía más de dos décadas que era reconocido por sus artículos periodísticos, en los que acuñó, junto a Hunter S. Thompson, Terry Southern y Gay Talese, una nueva forma de contar la realidad periodística con los recursos de la literatura y en general retratar los nuevos movimientos de la cultura pop de los años 60. De hecho, esa cultura quedó acuñada en el imaginario colectivo gracias a aquellos artículos.

El Balzac de Park Avenue

Como novelista no fue un gran renovador, ya que adoptó con solvencia la fórmula de la vieja novela realista del XIX, lo que propició el apodo del 'Balzac de Park Avenue'. En su literatura, sencillamente, le dio la vuelta a la fórmula del nuevo periodismo y lo que hizo fue utilizar los mecanismos del reportaje sociológico en novelas que aspiraban a retratar un lugar y una época. De hecho, en la actualidad, no se puede entender el apogeo económico de finales de los 80 sin la lectura de 'La hoguera de las vanidades', retrato inmisericorde de Wall Street y su capitalismo salvaje que unos años más tarde estallaría hecho añicos y que, paradójicamente, hizo millonario al escritor.

Vestido siempre pulcramente siempre de color blanco y con sombrero, llamaba la atención que con ese aspecto se hubiera acercado, por ejemplo, a las comunas hippies en sus investigaciones, pero solía decir que el traje era la armadura que le servía para mostrar la diferencia con respecto a sus entrevistados.

Elogio del periodismo

Wolfe no se prodigó como autor porque empleó décadas en la documentación de cada una de sus cuatro novelas. En la última de ellas 'Blooy Miami' intentó hacer con la capital de Florida algo parecido a lo que representó 'La hoguera de las vanidades' con Nueva York, pero la recepción de los lectores y de la crítica, no fue exactamente la misma. En la presentación de esa novela en Barcelona, el escrito reconoció en una entrevista a este diario, que por encima de la literatura estaba el periodismo y que ese era el sustrato de sus historias de ficción: " Para mí toda escritura es un reportaje y sé que hay escritores, los ingleses especialmente, que consideran que es poco digno ir por ahí recabando información para tus historias, porque es como ir con la gorra pidiendo limosna. ¡Dame un poquito de informaciooón! Les parece humillante. ¡Ve, ahí tiene una nueva humillación! Pero para mí no lo es porque esos remilgados no saben que el periodismo, el reportaje, es el principio de la sabiduría".