France Gall, uno de los mitos de la canción francesa, sobre todo en la segunda mitad de los años 60 y en los 70, murió ayer a los 70 años en París, donde había sido hospitalizada por una infección severa, anunció su encargada de comunicación. «Hay palabras que no se querrían pronunciar nunca. France Gall ha ido al paraíso blanco después de haber desafiado durante dos años, con discreción y dignidad, la recaída de su cáncer», precisó en un comunicado Geneviève Salama. La cantante, retirada de la música desde hace años, era la hija de Robert Gall, cantante y autor de canciones de éxito, entre otros para Edith Piaf, Charles Aznavour o Cécile Berthier. Su padre puso interés para que empezara a practicar piano desde los 5 años y guitarra desde los 11. Con solo 16 años, se empezó a escuchar su voz en la radio y su tema Ne soit pas si bête se alzó al puesto 44 de las mejores ventas.