Mayumana, la ya reconocida banda de música, danza, ritmo y percusión, trajo este pasado fin de semana al teatro Góngora su nuevo montaje: ¡Rumba! En él, Berman se inspira y apoya en las letras y música de los hermanos David y José Manuel que forman el dúo Estopa, para salir un poco de la línea maestra de Mayuman y tejer un musical con base dramatúrgica. El resultado es una historia de amor imposible, a lo Romeo y Julieta, más parecida a West Side Story, con el hilo conductor de las letras y música de los Estopa, pero que se queda a medio camino.

¡Rumba! es un espectáculo muy entretenido, pero que puede decepcionar a los seguidores del Mayumana de los primeros tiempos. Sigue la formación con una percusión potente, utiliza contenedores, cubos de basura, botellas, tubos y otros utensilios, en fin, instrumentos reciclados con los que nadie puede pensar se logre hacer música: pero ellos la hacen, y muy bien, desde su primer espectáculo. Ahora añaden guitarras y batería para montar este musical que une la melodía de la rumba con el retumbar de los tambores. Todo está perfectamente sincronizado, ni un solo golpe fallido, ni una palmada a destiempo, ni un paso de baile mal dado, para arropar las canciones de Estopa: Como Camarón, Tu Calorro, Malabares, El Run Run, La raja de tu falda, Fui a la orilla del río, Cacho a cacho o Pastillas para dormir. Eso sí, en versión más de batukada.

Se trata de un musical, algo flojo por las reminiscencias literarias, en el que todos hacen de todo. Es más que entendible que quienes prefieran a Mayumana en su estado puro quieran recuperar su esencia a pesar de que en ningún momento el espectáculo defraude. El respetable aplaudió los finales de algún número y esperaba el momento en que todos los actores se desmadraran en una apoteosis final que ocupó los últimos quince minutos y donde el público puesto en pie bailó junto al elenco en este fin de fiesta lleno de ritmo y diversión.