La delegación provincial de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta, a través del Museo de Bellas Artes y la Escuela de Arte Mateo Inurria, y en colaboración con el Museo Diocesano y el Centro Asociado de Profesores (CEP), ha organizado una serie de actos en homenaje al escultor cordobés Mateo Inurria cuando se cumple el 150 aniversario de su nacimiento. Entre las actividades que se desarrollarán, destacan tres microexposiciones que se llevarán a cabo en el Bellas Artes desde este mes y hasta enero. Así, ayer se inauguró la muestra Inurria, restaurador de monumentos, que se compone de tres dibujos y dos cuadernos de viaje del artista correspondientes a los trabajos de restauración, junto al arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, en la Mezquita Catedral y en el yacimiento arqueológico de Medina Azahara.

A partir del 2 de noviembre, la siguiente muestra se centrará en el escultor y el historicismo decimonónico, exponiéndose una escultura y dos dibujos relativos a sus trabajos en torno a Don Quijote. Inurria experimental es el título de la tercera muestra que acogerá el Bellas Artes, y en ella se darán a conocer dos dibujos y tres esculturas preparatorias para su obra Las tres edades de la mujer. Por último, el museo acogerá el 17 de octubre la conferencia de Ramón Montes Ruiz La mujer en la obra de Mateo Inurria.

Por su parte, la escuela de arte que lleva su nombre en Córdoba mostrará su labor docente y su escultura monumental del 20 de octubre al 21 de diciembre, y también se llevarán a cabo itinerarios didácticos por las piezas del escultor en Córdoba, una actividad que se desarrollará entre el 13 y el 23 de octubre y está destinada a alumnos de la Universidad de Córdoba. Organizados por el Museo Diocesano, dentro de la segunda edición de la quincena cultural Córdoba para ti, se desarrollarán esos itinerarios dirigidos al público en general en las últimas semanas de octubre.

Durante la presentación de este homenaje, a la que asistieron Miguel Clementson, director de la Escuela de Arte Mateo Inurria; José María Palencia, director del Museo de Bellas Artes; María José Muñoz, directora del Museo Diocesano de Córdoba; y María Dolores Jiménez, asesora del CEP de Córdoba, el delegado de Cultura, Francisco Alcalde, hizo una semblanza del escultor del monumento al Gran Capitán que luce en Las Tendillas, a quien se hace este reconocimiento «por una trayectoria cuajada de éxitos tanto en Córdoba como en Madrid», rememorando otros tributos al artista celebrados tras su muerte en 1924.

Alcalde recordó que inició sus estudios en la escuela Municipal de Bellas Artes de Córdoba, hasta que en 1883 se fue a Madrid. «Muy pronto destacó como dibujante y escultor, comenzando a realizar obras públicas y colaborando en restauraciones del patrimonio», continuó Alcalde, que también destacó sus trabajos junto a Ricardo Velázquez Bosco en la restauración de la Mezquita Catedral y Medina Azahara, «sin duda, otra razón más para profundizar en su vida y obra en el camino que todos hemos iniciado hacia consecución del título de Patrimonio de la Humanidad para la ciudad califal».

Desde 1902 fue director de la recién creada escuela de Arte Industrial, además de comisario regio de Bellas Artes hasta 1911, año en que se marcha a vivir a Madrid, donde sublima su carrera artística, triunfando en exposiciones nacionales, pero «continuando siempre su labor como profesor de modelado y vaciado en Escuela de Artes y Oficios». Tras su inesperada muerte en plena madurez creativa, el Palacio de Bibliotecas de Madrid le organizó una muestra retrospectiva en su memoria, parte de la cual sería exhibida en Venecia. En 1935, el llamado Salón de Otoño organizó otra exposición mayor y todo ello aunó voluntades para que en 1943, después de la ampliación del Museo de Bellas Artes de Córdoba y la adquisición de su legado, se le dedicara una sala en este centro.