El poeta y periodista José Manuel Martín Portales presentó ayer en Córdoba, en el marco del programa Letras Capitales, su última obra, Patio interior (Pre-Textos), publicado a finales de abril y galardonado con el Premio de Poesía Gabriel Celaya, que convoca la Diputación de Guipúzcoa. "La poesía no es la expresión de otra cosa, sino una experiencia en sí misma y no subsidiaria de otra" y saber por qué se escribe un poema "es una de mis preguntas radicales", por lo que este libro manifiesta lo que otros muchos que ya han salido de su pluma: "Todo lo que yo hago en realidad es el síntoma externo de que algo está ocurriendo en mi conciencia", dijo ayer Martín Portales durante la presentación de su nuevo poemario, en la que estuvo acompañado por el también poeta Antonio Luis Ginés.

"La palabra poética surge en mí porque hay un malestar, una conmoción en mi conciencia", señaló el autor, al que "no le convence entender la realidad y la vida desde la razón". Así, en este poemario no hay una temática, aunque sí una serie de versos dedicados a su esposa, que son "poemas de amor", pero no en el sentido tradicional, sino "desde la experiencia del amor, de relacionalidad sin identidad, sin posesión, es una revisión del concepto de amor racional". En el resto del libro, continúa el poeta, tampoco hay temas muy determinados. "Cada cosa que a mí me conmueve tiene algo que no puedo controlar y cuando intento interpretar lo que me ocurre desde la razón, veo que hay una limitación muy fuerte, algo que se escapa a lo que he vivido y es de eso que se escapa de lo que intento dar cuenta a través del poema", continuó.

Contento por presentar este libro en Córdoba, donde ha vivido muchos años, Martín Portales acudió a la presentación de su obra con un sentimiento "contradictorio" ya que "no me siento cómodo en este tipo de actos" puesto que conllevan un elemento "mercantil" y de "autosatisfacción" que distrae mucho de lo que "para mí es la experiencia poética". "Yo no hago literatura, y si publico es con la intención de crear diálogos personales, no para mostrar unas habilidades que otros puedan valorar" y cada libro es "una nueva desnudez", concluye el autor.