Aparece Mario Casas (A Coruña, 1986) en la sede madrileña de la Academia de Cine, con retraso y cara de sueño. Se lanza a un café con leche algo tibio y un vaso de agua helada. Entre sonrisas, admite que este año se hará miembro de la Academia. Le sonroja confesar que todavía no ha tramitado el papeleo.

--¿Cuál es la última película que ha visto?

--El caballero oscuro. La leyenda renace . En versión original. Sesión de las doce de la noche. Soy fan de Nolan.

--En septiembre ir al cine será más caro por la subida del IVA.

--Todo el mundo tiene que ganar dinero, pero esperemos que los exhibidores nos puedan echar una mano. De esa manera el precio podría ser solo un pelín más que el de ahora. Una copa te cuesta 12 euros...

--Y nadie se queja. Parece que el cine es lo único caro.

--También se quejan.

--¿Sí?

--Sí, mi hermana tiene un garito y lo sé. Pero, en cualquier caso, yo voy a seguir yendo al cine. Y hay mucha gente que lo va a seguir haciendo.

--Si tuviera delante al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ¿qué le diría?

--Que hay que relajarse un poco. Me parece que si hay que subir el IVA, pues que afecte a todos los sectores por igual. Pero es que subirlo tanto en la cultura... No se nos está respetando. Se van a cerrar cines. Mucha gente se está quedando sin trabajo. Y otros se quedarán sin él.

--Muchos dirán que todo está muy mal, no solo el cine.

--Ya, ya. Da lástima y miedo. Lógicamente, por egoísmo, cada uno se queja de lo suyo. Pero, hostia, está muy mal todo. En mi familia hay muchos que se han buscado el pan en la construcción y en otro tipo de trabajos, y todo el mundo está igual. Lo que tenemos que hacer es apoyarnos, tratar de que todo se solucione de alguna manera. No sé qué manera, claro.

--El 19 de julio hubo una manifestación frente al Ministerio de Cultura para protestar por la subida del IVA y los recortes. No le vimos allí.

--Tenía trabajo, era mi último día en El barco (Antena 3).

--¿Habría ido, de estar libre?

--Pues a lo mejor. Pero quizá no me hubiera metido en la manifestación del ministerio sino en la del mogollón, con toda la gente.

--La de los sindicatos. Pero todos los manifestantes en Cultura, como los Bardem, luego se unieron a esa protesta general.

--Ya, lo respeto. Están luchando por algo que es nuestro. Pero tenía compañeros que en vez de a esa manifestación fueron directamente a la de los sindicatos, ahí estaba todo el mundo.

--Claustrofobia y calor aparte, ¿se ve capaz de ponerse detrás de una pancarta?

--Soy afortunado porque trabajo y, además, lo hago en lo que me gusta. No me puedo quejar. Tengo familia que no trabaja en el sector cultural y la crisis les está afectando muchísimo. Si llegara el momento en que me tuviera que poner detrás de una pancarta, pues me pondría como cualquiera que quisiera luchar por una causa o por su gente. Ahora lo más importe es la gente que se está quedando sin casa. Gente que no tiene un duro para llegar a fin de mes, gente con hijos... Eso es lo triste. Yo observo, leo y me empapo. Pero no sé cuál es la solución. Espero que haya algo, una unión que nos lleve adelante.

--"No sé qué ha pasado para que Rafa Nadal sea un héroe y Javier Bardem un canalla". Lo dice Enrique Urbizu.

--Puede ser. Bardem reivindica, habla, grita y protesta. Y Nadal y Casillas son gente que se queda en otro sitio. O saldrán si algún día lo tienen que hacer.

--O no.

--O no. O a lo mejor sí y te sorprenden. Pero es que se dedican al deporte y no quieren entrar en ningún otro sitio. Y hay que respetarlos. Javier Bardem es más guerrero. Para mí, como actor es una bestia. Yo me quedo con eso.

--¿Alguna vez le han llamado subvencionado?

--No. A lo mejor me lo llamarán, pero no estoy tan expuesto como los Bardem.

--¿Le preocupa convertirse en divo?

--Me considero normal.

--Pero si en lugar de la Academia estuviéramos ahora en una cafetería, no podríamos hacer esta entrevista.

--Hombre, sí podríamos, pero nos iban a molestar. A veces lo pasas mal y te saturas. Pero acabas aprendiendo, porque dentro de unos años ya no será así.

--Usted se ha ganado la vida como telefonista.

--También he sido carpintero. ¿Sabe qué? He conocido a muchos divos que no son actores y que son gente de la calle. Los actores lo único que queremos es trabajar y hacernos un hueco.

--Este año se ha ganado unas vacaciones. ¿Las tendrá?

--Sí, unas semanitas. Me apetece estar con amigos y reírme. Vivo en El Escorial y allí también tomo el sol, hago barbacoas...

--¿Vive con sus padres?

--Sí.

--Permítame la broma, ¿no le llega para independizarse?

--Es que no quiero irme. Somos muchos en casa, somos una piña. Tengo una hermana y dos hermanos más pequeños.

--Perdone, antes ha dicho que ha sido carpintero...

--Mi padre es constructor, pero antes era carpintero y en los veranos me iba con él.

--¿Qué haría si le llegara el guión de 'Madrid 1987' (filme de Trueba protagonizada por su pareja, María Valverde)?

--Bueno, me acaba de llegar uno de Marcelo Piñeyro: Ismael . Es un cuento maravilloso.