El inicio del concierto de Ariana Grande en Barcelona, precedido desde hace días por las colas de los más fieles seguidores acampados para obtener los mejores sitios, comenzó anoche tras un considerable despliegue de seguridad, con registros y controles en tres anillos alrededor del Palau Sant Jordi y con muchos teniendo muy presente el recuerdo de los tristes sucesos de Mánchester, cuando un terrorista hizo estallar una bomba a la salida del concierto matando a 22 personas. Sin embargo, las autoridades confirmaron que este despliegue fue similar a otras citas multitudinarias que están teniendo lugar en Barcelona.