La ópera vuelve al Gran Teatro a finales de este mes (viernes 24 y domingo 26) con Tosca , de Giacomo Puccini, un montaje creado por la asociación Amigos Canarios de la Opera y con producción musical del Instituto Municipal de las Artes Escénicas, en el que intervendrán la Orquesta de Córdoba y el Coro de Opera Cajasur, dirigidos por Lorenzo Ramos. El espectáculo cuenta con las voces de Norma Fantini, Sergio Escobar, Francisco Santiago, Enric Martínez--Castigmani y Pablo García López.

La acción se sitúa en Roma a mediados de 1800 y está concebida como "una historia de amor entre un pintor y una soprano que sin quererlo se ve sumergido en un asunto político y acaba mal", según señaló Mario Pontiggia, director de escena en el estreno del montaje, responsabilidad que recae en Angelica Dettoni en la representación que se llevará a cabo en Córdoba.

Según explicó Pontiggia en la presentación del montaje el pasado año, Puccini era un gran conocedor del teatro, de "nuestras patologías", refiriéndose a los artistas, y "los representa en su máximo esplendor". A juicio del director escénico, "todo en Tosca gira alrededor de la política, la idea del poder político, de la iglesia, y cómo la libertad creativa se coarta con el poder, y no existe mucha diferencia de la sociedad romana de entonces a la de ahora". Estrenada en 1900 en Roma y con libreto de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa, Tosca es una de las obras más conocidas y grabadas del género.

AMOR Y CELOS Para Norma Fantini, el personaje de Tosca es un rol que conoce bien aunque "yo no soy una diva, sino una persona normal", explicó la cantante, que considera que su personaje "es una mujer enamorada y celosa, y los celos son un elemento fundamental del amor". Ella es la protagonista de un triángulo amoroso que desata la violencia, y la muerte que se convierte en destino fatal. El personaje de Mario Cavaradossi recae en el toledano Sergio Escobar y la producción que podrá verse en Córdoba incorpora entre sus elementos más significativos retroproyecciones referentes a los espacios en los que se desarrollan las acciones, que refuerzan la espectacularidad de la propuesta escénica. El diseño de vestuario es de Claudio Martín y el de iluminación, de Alfonso Malanda.