La escritora Ledicia Costa ganó ayer el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil con su novela Escarlatina, a cociñeira defunta , una obra "extraordinaria, humorística y rompedora" que destaca también por su "fácil lectura, humor, y habilidad para desmitificar el mundo de la muerte". El jurado del galardón, que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para distinguir una obra de autor español, escrita en cualquiera de las lenguas oficiales, y dotada con 20.000 euros, ha insistido en la accesibilidad del texto, escrito en gallego.

"Tan emocionada como sorprendida. Lloro y río al mismo tiempo y ya no solo porque me hayan elegido a mí sino que se hayan decidido por un libro en una lengua minorizada . Es una doble alegría", señaló Costas (Vigo, 1979) nada más conocer el fallo. El libro, dirigido a niños a partir de 11 años, nace de su deseo de hablarle a sus lectores de la muerte sin prejuicios y con el humor macabro que a ella le gusta y que tiene uno de sus referentes más claros en Tim Burton. "La tradición gallega de la muerte es una de las inspiraciones pero también hay muchos referentes en obras que a mí me gustan y que me hacen reír como Burton o Miyasaki", dijo.