El viaje llega a Córdoba. Tantos caminos en tan poco tiempo para acabar en el punto de partida. Aunque Tarde para dormir nació muy lejos de aquí, a cientos de kilómetros y en las alturas, en el 2008, cuando José Juan Luque, periodista de Diario CORDOBA, se decidió a estudiar Fotografía en Huesca. Entonces dejó el trabajo que tenía en Zaragoza para adentrarse en un mundo que le ha cautivado y del que ya no puede separarse. "Era una necesidad; una necesidad de pasear, de encontrar, de sentir. De repente algo se movía: una luz, un gesto, una historia. Y al final todo se reduce a eso, a contar historias; en este caso la mía a través de los demás". Esas pequeñas historias están expuestas hasta el 17 de febrero en la sala del instituto Góngora, en las Tendillas (de lunes a viernes de 19 a 21 y sábados de 12 a 14). El blanco y negro y su formato pequeño le dan un aspecto íntimo; hay que acercarse para ver. "Como hay que acercarse para fotografiar", defiende este joven fotógrafo, que en el 2011 recibió la beca del Seminario de Fotografía de Albarracín, dirigido por Gervasio Sánchez. "La fotografía es un juguete de sueños donde cada uno se inventa lo que quiere ser. Es un camino de encuentros y de mucha soledad, un camino de búsqueda continua", dice Luque. En sus imágenes aparecen paisajes que rozan lo onírico y personajes en el alambre del dolor. "Realmente es una mezcla de dolor, odio y amor porque solo se puede fotografiar desde el sentimiento". Tiene claro que no pretende describir, sino "hacer soñar". Como sueña él, y ese es uno de los motivos por los que continúa usando cámara analógica. "Me permite imaginar lo que vi y que esa imagen repose durante días dentro del carretere y de mí ".