El escritor cordobés Julio Merino se adentra por primera vez en la novela erótica con el título María la Negra , que ayer presentó en la Feria en la Libro. "Siempre he tenido reparos al escribir sobre drogas, vampiros y erotismo", señaló Merino, que reconoció que si ahora se ha decidido a adentrarse en uno de esos temas prohibidos es porque han vuelto a su mente "historias aparcadas" como ésta de María la Negra, que está inspirada en la vida de una antigua amiga de sus tiempos de juventud. "En mis años de estudiante de Periodismo tuve una compañera, colombiana de nacimiento, que se había hecho monja en España. Un día me contó su historia y quedé tan impresionado que nunca se borró de mi cabeza", dijo el escritor, que también se deja influir por la vida de San Agustín, que "vive una juventud de excesos, borracheras, líos de faldas, etcétera, y luego llegó a ser el mayor santo de la Iglesia".

El autor traslada la acción a Córdoba, donde una familia sufre una extraña maldición que consiste en que sus mujeres nacen ninfómanas y no dejan de serlo hasta encuentran el amor de su vida. La protagonista busca desesperadamente ese amor verdadero, y lo encuentra en un profesor que le dobla la edad y con quien mantiene una tormentosa relación sexual hasta que se casa. Según señaló el escritor, María la Negra es la primera novela de una trilogía, en cuyo segundo volumen ya trabaja este prolífico autor y tendrá como central el incesto. "Lo único que hago ahora es leer y escribir, tengo el tiempo que nunca había tenido", señala Merino, que asegura que "cuando deje de escribir me moriré".