La asociación Amigos de Medina Azahara presentó ayer en el museo del yacimiento arqueológico el nuevo proyecto colaborativo de intervención artística que ha puesto en marcha para colocar, el próximo año, en el exterior de esta puerta de entrada al conjunto una obra denominada Torre sin fin 2, una estructura metálica de 8 metros de altura en homenaje al escultor rumano Brancusi.

Su autor, el arquitecto cordobés Juan Serrano, explicó ayer las características de este proyecto, que incluye una campaña de mecenazgo para su financiación, una exposición de piezas originales firmadas por el autor, un taller de trabajo abierto y, finalmente, la instalación de la escultura, para lo que aún no hay fecha prevista, «en función de como vaya todo el proceso», según dijo el secretario de la asociación, Juan Bolaños. La primera acción será este próximo lunes, cuando se inaugure en el Córdoba Social Lab, de la Fundación Cajasur, en la calle Reyes Católicos, una exposición y venta de 23 piezas originales de Juan Serrano y firmadas por él, de las que se producirán únicamente siete unidades de cada una, que están relacionadas con la intervención artística. Además, la asociación ha elaborado una pieza ensamblada de la que se producirán 200 unidades. «Con la compra de estas obras te conviertes en mecenas de este proyecto», afirma la asociación. La muestra estará abierta hasta el viernes 22 de diciembre.

Según explicó Juan Serrano, esta obra que va a construir hace alusión a «la Torre sin fin de Brancusi, que está situada en un parque de Kirgu-Jiu, un pueblecito de Rumanía cercano al de donde nació el escultor rumano», que «entiende profundamente el sentido religioso y ritual del arte africano», en el que se inspira.

Torre sin fin 2 sigue el mismo esquema conceptual que el modelo de Brancusi: un desarrollo lineal de una unidad que se repite en vertical sin un límite concreto de terminación. Presenta una silueta dentellada determinada por la sucesión de unidades iguales de superficies planas que siguen una ley de giro. Esta larga columna de Juan Serrano estará formada por tres módulos espaciales y medio módulo que hace de base. Desde el punto de vista constructivo, el conjunto de la torre está integrado por una estructura metálica como eje o núcleo central, al cual se insertan las unidades modulares, que a su vez están formadas por bastidores de madera revestidos de láminas de metracrilato translúcido.

En un principio, la asociación pensó en instalar la torre en el patio del museo, pero por las características constructivas y por seguridad decidieron colocarla en el exterior, a la izquierda de la entrada del museo, donde permanecerá durante algunos meses. La semitransparencia de la estructura dará lugar a una visión cambiante de la misma, según los diferentes cambios de luz solar a lo largo del día.

En los años precedentes se han llevado a cabo dos instalaciones. La primera se realizó en el patio del museo y consistió en una escultura denominada Kucho no Hako, cuyo material básico era la cerámica, y la siguiente fue una performance denominada Desplazamientos, en el yacimiento.