La fotografía de Juan Goytisolo delante de una caja de caudales puede resultar heterodoxa, pero no si esa caja es "cuna de vidas" y le sirve para legar al Instituto Cervantes dos manuscritos inéditos, cuyo contenido no se desvelará hasta el 5 de enero de 2031, el día en que el escritor cumpliría cien años.

De la heterodoxia de Goytisolo y de esa cuna de vidas que es la Caja de las Letras del Cervantes habló ayer el director del Instituto, Víctor García de la Concha, poco antes de que el escritor catalán depositara su legado en la caja 1.500.

El autor de Señas de identidad ha entregado un poemario, titulado Devocionario y con dos citas de san Juan de la Cruz, y un manuscrito "complejo", mezcla de memoria, autoficción y "una especie de inventario". "Cuando se abra esta caja, yo no estaré para verlo", decía este autor, que se considera "hombre de mucha escritura y de pocas palabras", pero que esta semana tendrá que hablar bastante más de lo que suele hacerlo en los numerosos actos programados con motivo de la entrega del Premio Cervantes, el jueves en Alcalá de Henares.