LUGAR DE NACIMIENTO SANTANDER (1984).

FORMACION ES LICENCIADO EN TEORIA DE LA LITERATURA Y LITERATURA COMPARADA E HISTORIA UNIVERSAL POR LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE.

A pesar de su juventud, 30 años, Juan Gómez Bárcena está considerado por la crítica especializada uno de los narradores españoles más sólidos del actual panorama literario, y su novela El cielo de Lima (editada por Salto de Página) uno de los grandes títulos del año. Ayer vino a presentarla en la librería Luque este santanderino que lleva a Córdoba en el corazón, ya que formó parte de las jóvenes promesas de la creación que han pasado por la Fundación Gala.

--Estará levitando ante críticas tan entusiastas hacia su novela, ¿no?

--La verdad es que sí (ríe). He tenido muy buena recepción crítica y una buena acogida del público. De hecho ya vamos por la segunda edición.

--Y además, según creo, se han vendido ya los derechos de traducción a EEUU, Italia y Brasil, con lo que la proyección internacional está asegurada.

--Sobre todo ha sido extraordinario el caso de EEUU, porque suele ser un mercado que muy rara vez recibe títulos en español. Ha sido una mezcla de fortuna, de buen trabajo del editor y, bueno, de que les gusta el libro.

La obra es una compleja recreación de ambientes literarios y sociales del Perú de principios del siglo XX. Está basada en una anécdota poco conocida que le sucedió a Juan Ramón Jiménez al enamorarse de una mujer inexistente por el engaño que habían urdido dos jóvenes peruanos. Estos, tratando de conseguir ejemplares firmados por el poeta, le escribieron haciéndose pasar por una tal Georgina Hübner, y él les contestaba lleno de embeleso, tejiéndose un romance epistolar inevitablemente abocado al fracaso. "Me atraía la idea de cómo podemos acabar enamorándonos de una ficción --explica--, así que me propuse recrear la anécdota con toda libertad".

--¿Qué aporta esta novela a su anterior producción?

--Maneja temas muy parecidos a mi libro anterior, Los que duermen , que era un libro de cuentos. Como en aquel, quería explorar la fragilidad de los límites entre la realidad y la ficción, así como los temas históricos.

--Con ese otro libro también le acompañó la suerte, recibió el Premio Tormenta al Mejor Autor Revelación.

--Sí, y eso me parece llamativo porque los relatos son más difíciles de vender. Parece que aquí en España todo tiene que venir de la novela.

--Y cuanto más larga mejor.

--Sí, efectivamente. Pero mi novela se ha quedado en 320 páginas, no es larguísima.

--¿Cómo definiría su estilo?

--Es un estilo muy cuidado, intento darle mucha importancia al ritmo de la prosa, a la musicalidad y a la imitación de registros antiguos. Trato de evocar cómo sería escribir en 1904 y en Hispanoamérica. Sobre todo he imitado el castellano decimonónico, que era el que se hablaba entonces en Perú.

--Supongo que sus licenciaturas en Literatura e Historia le habrán ayudado.

--Mi carrera académica siempre ha sido un fundamento para mi trabajo de escritor, y en este caso me ha sido muy útil.

--¿Cómo recuerda su paso por la Fundación Gala?

--Fue una experiencia estupenda, entre el 2007 y 2008, en lo que tuvo de conocer a artistas de mi edad, con muchos de los cuales sigo conservando una gran amistad.