El prestigioso director de orquesta Jesús López Cobos se pondrá hoy y mañana al frente de la Orquesta de Córdoba en un concierto extraordinario en el que se pondrá en atril la obra de Brahms Un réquiem alemán , una pieza "compleja", pero que, en palabras del maestro zamorano, "no es un réquiem de verdad porque es muy humano, consolador, que muestra una visión de la muerte y de la vida desde un punto de vista positivo". López Cobos presentó ayer este concierto en compañía de autoridades, solistas y los directores de los dos coros que participan en esta actuación, el Coro de Opera de Córdoba y el Coro Ziryab.

"Para mí es un gran placer tocar en Córdoba y volver a Andalucía", dijo el maestro recordando que vivió hasta los 18 años en Málaga. "En aquellos años no podía ni imaginar que dirigiría una orquesta como esta con una pieza tan compleja como Un Réquien alemán de Brahms", continuó López Cobos, que aseguró que se ha encontrado con una colaboración "fantástica" por parte de la Orquesta y las dos formaciones corales cordobesas, mostrándose "encantado" con los dos solistas, Arantza Ezenarro y David Menéndez, "dos cantantes españoles y jóvenes, que ya no se tienen que marchar de nuestro país para desarrollar su carrera".

En cuanto a la obra, López Cobos insistió en la complejidad de esta pieza, "sobre todo para los coros", ya que "exige mucho vocalmente", y en su "positivismo", recordando que Brahms empezó a escribirla muy joven. "Es increíble que a los 23 años una persona se preocupase de buscar en todas las escrituras los textos que le podían venir mejor para dar una concepción de la vida y de la muerte desde un punto de vista amable, positivo, quitando todo lo que de terrible y negativo tienen muchas veces los réquiems, sobre todo los católicos". Según el director, en Un Réquiem alemán "todo tiene otro carácter diferente", de hecho, "la obra empieza y acaba con la palabra Bienaventurados, y aquí no se condena, sino que se salva", por lo que es una obra "que trae mucho consuelo a los que la escuchan y la interpretan, por lo que creo que vale la pena visitarla continuamente". "Aunque solo hubiera escrito esta obra, Brahms hubiera pasado a la historia de la música de igual manera", subrayó.

López Cobos aseguró que ha venido con "toda la ilusión" de apoyar a la Orquesta de Córdoba, de la que conoce sus problemas, asegurando que "duele ver que el trabajo que se ha hecho durante veinte años pueda echarse a perder", precisamente "por ese falso criterio de pensar que la música, las artes en general, son un artículo de lujo del que se puede prescindir". Por último, el maestro defendió la educación artística, vital para "la formación del espíritu", así como la necesidad de que una orquesta tenga un auditorio. "El trabajo de las orquestas depende, al menos en un cincuenta por ciento, de la acústica del lugar donde trabaja".

Por su parte, el teniente de alcalde de Cultura, Juan Miguel Moreno Calderón, manifestó su alegría por la presencia en Córdoba de López Cobos, "uno de los directores españoles de mayor proyección internacional", una opinión a la que se sumó la delegada de Cultura de la Junta, Manuela Gómez, que aseguró que este concierto es el mejor "broche de oro" que puede tener el año para la Orquesta de Córdoba. Por otro lado, los dos solistas manifestaron su "placer" por actuar en este concierto, así como el director del Coro Ziryab, José Luis Sáenz López, y la directora del Coro de Opera de Córdoba, Irina Trujillo. "Es un placer trabajar con López Cobos, y para el Coro Ziryab estará entre los primeros nombres de los que nos podemos enorgullecer de habernos dirigido", señaló Sáenz López, mientras que Trujillo destacó "el sonido tan magnífico que está sacando el maestro de la Orquesta y del coro, algo que merece la pena oír porque va a la esencia real del Réquiem de Brahms. Es maravilloso, es una obra que tiene muy dentro y nos lo está transmitiendo".