LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO MALAGA, 1964

TRAYECTORIA LIDER DE LA BANDA DANZA INVISIBLE, GRUPO CON EL QUE SIGUE EN ACTIVO Y ALTERNA CON SU CARRERA EN SOLITARIO

Manuel España (La Guardia), José Antonio García (091), Javier Andreu (La Frontera) y Javier Ojeda (Danza Invisible), cuatro grandes del rock nacional, se unen en una nueva edición del Festival Rock&Roll Star, que viene recorriendo la geografía española desde el 2013 y llegará al Teatro de la Axerquía de Córdoba mañana. Javier Ojeda cuenta los entresijos de este espectáculo.

--Cuatro grandes figuras del rock español en un mismo concierto. ¿Cómo surgió esta gira?

--Todo empezó a través de nuestro manager en común, David Camacho, que se percató de que había muy buena relación entre las bandas, entre los cantantes, y se le ocurrió organizar un concierto con los cuatro cantantes y, para reducir gastos, contar con una banda común. Y ha funcionado mejor de lo que esperábamos.

--Parece todo un ejercicio de nostalgia.

--Claro, pero al mismo tiempo reafirma la vigencia como intérpretes de todos nosotros, que seguimos con nuestras carreras. Javier Andreu está a punto de editar un disco de conmemoración del 30 aniversario de La Frontera; Manuel España está componiendo un montón de canciones; José Antonio García publicó el año pasado un disco, y yo preparo un nuevo trabajo.

--Con este concierto es inevitable pensar en los años ochenta, de los que se ha hablado mucho últimamente. ¿Cree que fue una década sobrevalorada?

--Todo depende de en qué aspecto, con respecto a qué. Quizá se han mitificado un poco esos años, pero si comparas algunas de las bandas menos relevantes de aquella década con las que hay ahora, es al contrario, están valorados en su justa medida.

--¿Cómo se desarrolla el espectáculo?

--Haremos shows individuales, ráfagas de media hora de cada vocalista, ofreciendo las canciones más representativas de la carrera de cada uno.

--¿Cuáles son las suyas?

--Hay dos inevitables: Sabor de amor y A este lado de la carretera . Intento buscar las canciones que suenan bien con distintas bandas, porque hay temas que solo toco con mi banda en solitario o con Danza Invisible.

--Hay un público joven al que el nombre de vuestros grupos ni les suena, pero sí las canciones. ¿Es lo que persigue cualquier músico?

--Lo que queda son las canciones, pero me encantaría que los chavales jóvenes conectasen con mi música.

--Dicen que al final cantan todos juntos. ¿Qué temas?

--No te lo puedo decir, según el público, cantamos uno u otro.

--¿Que tipo de público asiste a este concierto?

-Nuestro público es más bien pureta , pero muy divertido.

--¿Cómo se consigue estar 27 años dando la batalla en la música, un mundo tan complicado y cambiante?

--Hay que llevarlo en la sangre. Hay dos tipos de músicos, los que están un poco por casualidad y los que han nacido para esto. Yo pertenezco a la segunda especie. Es lo único que sé hacer.

--Pese a los años, sigue siendo uno de los cantantes españoles que más baila en el escenario.

--Pues no me cuido mucho. Hago deporte porque como no sé conducir voy a todas partes en bicicleta. Eso me mantiene en forma, aunque, por otro lado, también soy muy fiestero y no me privo de comilonas. Debe ser cosa de la genética.

--Aunque Danza Invisible sigue en activo como grupo de directos, usted continua con sus proyectos personales. ¿Qué nos espera después de Barrio de la Paz ?

--Trabajo en la continuación de ese disco. Más que un homenaje a mi barrio, es un homenaje a la concordia. Me di cuenta que desde que empezó la crisis nos estaban envenenando desde la televisión. Y se me ocurrió recordar que yo me crié en un barrio de lo más normalito, entre bloques nada atractivos, y, sin embargo, fui increíblemente feliz. Eso me hizo ver que la felicidad depende de un tipo de paz interior. La segunda parte del disco es una parábola de la crisis.

--Hablando de crisis. ¿Cómo ve el panorama político en este año electoral?

--Me encanta la irrupción de partidos como Podemos y Ciudadanos. Me parece fantástico, ponen las pilas a los grandes partidos.

--Su estilo ha sufrido vaivenes y ha sorprendido muchas veces con muy distintos sonidos. ¿No teme despistar a sus seguidores?

--Jamás pienso en mis seguidores, pienso en mi inquietud musical y en el camino que quiero llevar. Cuando me repito, cambio.

--¿Por qué le gusta tanto hacer versiones?

--Creo que la composición en sí está sobrevalorada. Hay mucha gente que compone discos enteros de los cuales solo son válidas dos o tres canciones. Frank Sinatra no compuso nada en su vida; Elvis, poquísimo. Los Beatles fueron los mejores compositores de la historia, pero en sus primeros discos alternaban las canciones propias con las versiones. Con los años cada vez me gusta más hacer versiones porque creo que cumplen una misión pedagógica en estos tiempos en los que veo a la gente desinformadísima.

--¿Volverá Danza Invisible a grabar un disco?

--Ahora mismo, no. En un futuro, quizá.