El guitarrista Manuel Barrueco nos presentó un concierto dedicado íntegramente a la música española, abarcando desde obras originales para guitarra, hasta arreglos de piezas escritas para piano y adaptaciones de música orquestal. Barrueco ha dedicado varios de sus discos a la música española, con ejemplos de Granados, Falla, Turina, Sor y Albéniz, entre otros.

Comenzó el concierto con una selección de seis las doce Danzas Españolas que Enrique Granados escribiera para piano. Los arreglos, aunque no lo especificaba el programa, deben ser propios, atendiendo a que las doce danzas las tiene grabadas en un disco. La interpretación de estas piezas fue sobria, con un sonido limpio, abierto, como si quisiera hacernos ver estas piezas al piano. Se suma así a los numerosos homenajes que se están produciendo este año con motivo del centenario de la muerte del compositor.

Abre la segunda parte con tres obras de Fernando Sor, originales para guitarra. Comienza con las Variaciones sobre un tema de Mozart, basadas en motivos de La Flauta Mágica. Demuestra una gran precisión rítmica a la hora de ir encadenando las diferentes variaciones y de ir introduciendo los recursos técnicos y los adornos exigidos en cada una de ellas. Con el Andante Largo, seguido de las Variaciones sobre Las Folías de España, consigue mantener nuestra atención con un lirismo y un sonido envolvente.

Termina el concierto con cuatro piezas de Manuel de Falla, combinando El Sombrero de Tres Picos y El Amor Brujo. Las adaptaciones se tornan complejas, al tratar de reducir la plantilla orquestal (incluso la voz, en la Canción del Fuego Fatuo) a las seis cuerdas. Estuvo acertado en el equilibrio entre los distintos planos sonoros, y en el trabajo tímbrico que, en ocasiones, va en detrimento del tempo. Barrueco ofreció tres propinas: Ráfaga y Soleares de J. Turina, y el Testamento de Amelia, melodía armonizada por Miguel Llobet. H