El estudio de los documentos aparecidos en genizas (archivos de textos hebráicos que se guardaban cuando ya estaban demasiado estropeados para su uso, pero que no podían destruirse por su carácter sagrado) en El Cairo y en varios países europeos, centró las ponencias del Congreso Internacional sobre Maimónides y su época, que ayer se trasladó hasta Lucena.

El profesor de la Universidad de Tel-Aviv, Yosef Rivlin, ha rastreado la presencia de Lucena en los documentos encontrados en la geniza de El Cairo, de los que a su juicio se deduce el importante papel de la comunidad judía en el siglo XI. Esta geniza, a diferencia de otros casos en los que los documentos eran enterrados, permaneció tapiada en la sinagoga de Ben Esra y fue descubierta a principios del siglo XIX, legando a la investigación centenares de miles de documentos de todo tipo, entre ellos un cuerpo documental de 31 páginas, con 45 documentos en hebreo y tres en arameo redactados en Lucena y descubierto por Rivlin, que permite descubrir las fuentes de los textos y de la argumentación haláquica vigente en la ciudad y los lazos que la comunidad tenía con la academia de Sura, en Babilonia, así como la vida del municipio, sus calles y mercados, el carácter de las transacciones comerciales que se realizaban, los contratos matrimoniales y las demandas de divorcio o las profesiones.

COMERCIO Según Rivlin, la mayoría de la gente se ganaba la vida en el trabajo de la agricultura, pero también sabemos de profesiones especiales: la compra de legados o el agente pagado, actual abogado y el floreciente comercio, incluso marítimo.

Señaló Rivlin que en pleno periodo del dominio musulmán, Lucena fue célebre por ser "una ciudad enteramente judía" y, según la tradición, fue fundada por judíos. Algunas famosas familias sostenían que su asentamiento en Lucena remontaba ya a la época de Nabucodonosor. Rivlin expuso que lsaac Abravanel relacionaba el nombre de la ciudad con la ciudad bíblica de Luz. Hasta el siglo XII, Lucena fue centro cultural del judaísmo en Al-Andalus. Natronay Gaón escribió en el año 853 "que Alisana (nombre árabe de Lucena) era un lugar judío sin gentil alguno" y en el XI, Alfasi fue el jefe de la yeshivá de Lucena.