Dentro de una pequeña gira que culminará la semana próxima en BCN Negra, el escritor argentino Guillermo Orsi pasó ayer por Córdoba para presentar su último libro, Fantasmas del desierto (Almuzara), una novela en la que el escritor bonaerense vuelve a desafiar al lector con una trama imprevisible en la que muestra una despiadada disección de una sociedad corrupta. La librería Luque fue ayer escenario de esta presentación, en la que, además del autor, intervino el escritor Alberto Díaz--Villaseñor y el editor de Almuzara, Javier Ortega.

"La corrupción es un tema básico, la transparencia en los actos de gobierno es esencial para que el ciudadano crea en el sistema democrático", señaló ayer el autor, que considera que "no hay alternativas a la democracia, es el único modo posible de gobierno para una sociedad civilizada", continuó Orsi, que aseguró que la corrupción "tiene dos puntas" y "me parece bien que se sancione a los corruptos, pero, ¿qué pasa con los corruptores, el poder económico, las grandes empresas y los poderes financieros?"

Para adentrarse en este tema, Orsi rescata al protagonista de su novela Nadie ama a un policía , el ex policía Pablo Martinelli, apartado por la federal durante la dictadura por no aceptar ser cómplice del genocidio argentino. Casualmente, Martinelli, abandonado ya a otros menesteres, se enfrenta a investigar la muerte de una niña en la suntuosa mansión de un barrio privado. Ese en el comienzo "de una aventura que lo traspasa y lo enfrenta a los poderes de siempre, a los que corrompen y trabajan en la clandestinidad", señaló Orsi. Pero el expolicía no está solo en este trayecto, una mujer joven lo acompaña en un turbio recorrido donde se encuentran con el proyecto de construir una prisión para enterrar en ella a los que Estados Unidos etiqueta como terroristas internacionales. En definitiva, otro Guantánamo, pero secreto y en plena Pampa argentina. A partir de ahí, el autor disecciona con precisión el trasfondo de una sociedad que no es lo que parece.

Guillermo Orsi nació en Buenos Aires en 1946 y está considerado por la crítica uno de los maestros del género negro en lengua española. Ha publicado, entre otros, El vagón de los locos (Premio Emecé 1978), Cuerpo de mujer, Sueños de perro (Premio Umbriel de la Semana Negra 2004) y Noches de Pelayo (2005). Con Nadie ama a un policía (Almuzara, 2007) se alzó ganador del II Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona, y con Ciudad Santa (Almuzara, 2009) logró el prestigioso Hammett, que concede la Semana Negra de Gijón a la mejor novela del año. En el 2011 Almuzara editó Tripulantes de un viejo bolero . Su obra ha sido traducida a numerosos idiomas, como inglés, francés, alemán y chino.