Trabajó menos de un año como fotógrafa y se conservan apenas 2.000 de las imágenes que tomó, pero Gerda Taro fue una «influencia esencial» para Robert Capa y para el fotoperiodismo en general por su estilo de composición, su sensibilidad y por lo mucho que se acercaba al objeto fotografiado. Hoy se cumplen 80 años de su muerte en la batalla de Brunete, aplastada por un tanque republicano cuando tenía solo 26 años y estaba llamada a ser uno de los grande nombres del fotoperiodismo.

Se han necesitado décadas para que su nombre ocupe el lugar que le corresponde en la historia de la fotografía, como reconoció a Efe la comisaria del Archivo Ropert Capa del Centro Internacional de Fotografía (ICP) de Nueva York, Cynthia Young. Experta en la obra de Taro, para Young los últimos 20 años han sido básicos para redescubrir la obra de la fotógrafa alemana, conocida básicamente por ser pareja de Capa. La investigación realizada por Irme Shaber y François Maspero y varias exposiciones han permitido reivindicar la figura de Taro, junto con el descubrimiento de La Maleta Mexicana, que marcó un punto de inflexión en la historia del fotoperiodismo. Con ese nombre se conoce a tres cajas de cartón desaparecidas durante décadas y que contenían miles de negativos de fotos que Capa, Taro y David Chim Seymour tomaron durante la Guerra Civil española. «Fue una pionera y el hecho de que fuera una mujer hace su historia aún más extraordinaria», afirma Young.