Si por algo se va a caracterizar la 34 edición de ARCO, que abrió ayer sus puertas e inaugurarán hoy los Reyes de España, es por el optimismo de los galeristas que han apostado por la feria acudiendo con piezas importantes, lo que muestra que, después de tocar fondo, se ha iniciado la remontada. Y ello gracias a obras de "gran calidad", "muy potentes" e "interesantes", consideraban los coleccionistas y responsables de fundaciones y museos que paseaban por los pasillos de Ifema. La decisión de traer piezas fundamentales responde a la confianza que les da esta cita con el arte contemporáneo, además del fundamental empuje que ha tenido el hecho que Colombia sea el país invitado de honor, lo que ha atraído a muchos coleccionistas latinoamericanos.

Cuando la feria abre sus puertas, se inicia la habitual búsqueda de las piezas más caras y las más transgresoras. En un recorrido más serio y menos arriesgado, respondiendo a la tendencia del mercado que aunque recuperándose todavía no está para excesos, la pintura se ha alzado como la reina, seguida de la fotografía.

Una de las escasas instalaciones, que previsiblemente se convertirá en una de las más fotografiadas, es la del artista salmantino Enrique Marty que se exhibe como pieza única en Deweer Gallery. Con una obra en ocasiones controvertida, Marty muestra una instalación formada por hombres y mujeres desnudos, con sus cuerpos tatuados y portando grandes machetes. También muy fotografiada, la de la sevillana Pilar Albarracín en la Galería Javier López. Por 38.000 euros, el interesado podrá comprar una gran mandala formada por bragas rojas que amigas, galeristas y artistas han regalado a esta creadora para hablar de la conexión entre el microcosmos y el mundo exterior.

Y si quiere ver noticias de diarios de gran tirada en cuyas imágenes aparecen desnudos el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pasando revista a la guardia de honor, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, saliendo del hemiciclo del Congreso, o el exministro de Exteriores Miguel Angel Moratinos y sus acompañantes, también sin ropa, hay que acercarse a Juana de Aizpuru. Allí se exhibe la serie El traje del emperador , de la artista peruana Sandra Gamarra, quien también ha desnudado en estas páginas de periódicos al ministro de Educación, Cultura y Deporte, Ignacio Wert.