El escritor Antonio Gala participó ayer en la presentación del libro Sonetos y otros poemas (Eirene Editorial), que reúne una selección de sus versos centrados en «los tres temas más recurrentes e importantes en su poesía: el amor, el desamor y la soledad», lo que hace de este libro «el más íntimo» del escritor cordobés, según señaló Manuel López Azorín, editor y encargado de la recopilación de los poemas. Durante el acto, varios de los alumnos de la actual promoción de residentes de la Fundación Gala leyeron versos de este nuevo volumen, en el que se pueden encontrar poemas, seleccionados sin orden cronológico, de Sonetos de la Zubia, de Enemigo Intimo y de otras publicaciones como Meditación en Queronea o Tobías desangelado, específicamente los versos dedicados a Madrid y a La Baltasara. Por último, López Azorín ha rescatado para este libro 16 poemas de Testamento andaluz, y «todos ellos con la intención de presentar a un Antonio Gala poeta del amor», además de mostrar que es «un poeta fantástico y formal tanto en lo clásico como en lo tradicional, con un ritmo y una cadencia maravillosa y que creo que está un poco relegado en el aspecto de su reconocimiento como poeta», continuó el editor.

«Es curioso que siendo el poeta más vendido y con tantos lectores no haya sido reconocido dentro del mundo poético», continuó López Azorín, que cree que «Gala es un hombre muy versátil, que ha tocado todos los géneros, y desde que le conozco siempre ha dicho que si tuviera que buscar un adjetivo para denominarse sí mismo elegiría la palabra poeta».

En este sentido, el editor recordó que Gala «bebió de la poesía de Ricardo Molina y Pablo García Baena en Córdoba». Por otro lado, el experto asegura que en su poesía se encuentran ecos del Siglo de Oro y de otros poetas posteriores como Garcilaso, Lope de Vega o Cernuda. Según señaló, López Azorín ha buscado los poemas más íntimos y en este libro establece dos planos. Por un lado, el geográfico, donde el escritor habla de los diferentes lugares, y, por otro, el plano testimonial, en donde «él se desnuda para mostrar a ese Antonio íntimo, enamorado, desenamorado, buscando la libertad o pleno de soledad». Tras la presentación del libro y la lectura de poemas por parte de los alumnos, el propio Antonio Gala cerró un emotivo acto recitando sus propios versos ante un público que agradeció con aplausos tanto su presencia como su recital.