El escritor Antonio Gala dio una cálida y emotiva bienvenida ayer a la décimotercera promoción de residentes de la fundación para jóvenes creadores que lleva su nombre. Catorce jóvenes --ocho escritores, cuatro artistas plásticos y dos músicos-- llegados de lugares muy diversos, entre ellos dos cordobeses, dos colombianos, un ecuatoriano y un mexicano, serán los nuevos residentes del convento del Corpus Christi. Los alumnos se presentaron a través de un vídeo durante el acto de inauguración del curso, que abrió la directora del centro, Carmen Burgos.

Pero lo que de verdad esperaban los jóvenes artistas eran las palabras de Antonio Gala, que lanzó un mensaje de optimismo y responsabilidad a los nuevos alumnos, sin olvidar el sentido del humor. "Hoy es un día de gozo sin ninguna sombra", comenzó diciendo el escritor, que recalcó la "recíproca enseñanza y el crecimiento compartido" que reina en la Fundación Gala.

"HOY TENGO VUESTRA EDAD" "El pasado 2 de octubre cumplí un año más, pero hoy tengo vuestra edad, sois mi esperanza más grande, sois vosotros los que me envejecéis y rejuvenecéis", continuó el escritor, que abrió "de par en par" las puertas de su corazón a estos jóvenes, prometiendo "no cerrarlas nunca".

Durante el acto, Gala volvió a hacer alusión al verso del Cantar de los cantares "Pone me ut signaculum super cor tuum" ("Ponme como un sello sobre tu corazón"), haciendo hincapié en que sus "nuevos niños" ingresan en una familia que ya es "numerosa". "Quienes os antecedieron están ahora pendientes de vosotros, seguros de que no vais a defraudarnos" y ellos son "vuestra peana, vuestro ejemplo".

Antonio Gala también hizo algunas peticiones a los jóvenes creadores: "Por encima de todo, sois nuestra alegría. En un tiempo nebuloso, tenéis la obligación de darnos luz". "Os ruego que seáis felices aquí", continúo el autor cordobés, que instó a "contagiar a todos de su optimismo, su alegría y de su poder creador" y "compartirlo con nosotros" porque es por lo que "os recibimos, no para daros, sino para que nos deis".

Por último, pidió a los nuevos residentes "que no cambien, que seáis más vosotros que nunca, porque de vuestra diferencia se enriquece esta casa", asegurando que el trabajo de cada uno de ellos "multiplica el trabajo de todos", momento en el que dio rienda suelta a la superstición: "Sois la trece, qué le vamos a hacer", pero "cada promoción multiplica lo que hicieron las anteriores".

Antes de finalizar, el escritor aseguró sentirse "orgulloso" de ellos porque "sois el regalo más importante que me he recibido" y "mi única tristeza es no saber expresar la alegría que hoy siento" dándoles la bienvenida "para siempre".